Después de Lucía: La tragedia como detonante

Por Enrique Figueroa Anaya.

La película inaugural de la edición XV del Festival Internacional de Cine de Guanajuato deja al espectador con una sensación de tragedia. Y es que la tragedia vivida por los protagonistas del más reciente trabajo del mexicano Michel Franco, es el detonante para que éstos se perturben a tal grado de cambiar sus vidas para siempre.

Después de Lucía: La tragedia como detonante.

El segundo largometraje de Franco, ganador del Premio al Mejor Largometraje de la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes, es sin duda un trabajo que no deja al espectador indiferente. Si creíamos que Daniel & Ana era una película fuerte, Después de Lucía viene a confirmar que no sólo es una película fuerte, en todos los sentidos, sino que la residencia de Franco producto del propio GIFF ha sido de enorme utilidad.

La película luce impecable. Se disfruta el arte y fotografía de este trabajo que no pasa desparecibido; pero son las actuaciones de los protagonistas, en medio de escenarios complejos y difíciles para ellos, las que hacen de Después de Lucía un trabajo redondo que no desmerece. Sin duda la película cumplió con creces el deber de abrir la fiesta de quinceañera del GIFF en Guanajuato.