Inaugurada la noche del 19 de enero de 1968, en el Palacio de Bellas Artes con el Ballet de los Cinco Continentes, la Olimpiada Cultural incluyó la participación de 97 países.
Foto: Montaje de la Presencia de Japón (Kioshi Takahashi) en la Olimpiada de México 1968.
La Olimpiada Cultural presentó muestras de todas las artes, así como de ciencias como la espacial, la genética y la biología. Se tuvieron exposiciones como la Internacional de Artesanado, Ciencias Espaciales, Historia y Arte Olímpicos, Filatelia Olímpica y más. También hubo representaciones cinematográficas, teatrales, dancísticas y musicales.
Otro evento a destacar fue el Festival de Pintura Infantil. En él participaron 160 niños representando a 47 países, 100 niños mexicanos y otro grupo enviado por Naciones Unidas, con un total de 1200 obras sobre el tema Mundo de la Amistad.
Era otro el Periférico de 1968. Aquí la Presencia de Israel (Itzhak Danziger).
Probablemente uno de los testimonios más palpables de esta Olimpiada Cultural sea La Ruta de la Amistad. 22 esculturas colocadas principalmente a lo largo del Anillo Periférico (tres de esas esculturas se colocaron en el Estadio Olímpico Universitario, el Estadio Azteca y el Palacio de los Deportes) fueron estudiadas por arquitectos mexicanos como Pedro Ramírez Vázquez y Mathias Goeritz.
Lamentablemente las obras creadas por artistas de Australia, Francia, Italia, Polonia, España, Uruguay y once países más, han sufrido el olvido y el vandalismo. Hoy día muchas de esas esculturas se debaten su futuro frente a las obras víales del segundo piso del Periférico. Afortunadamente existen proyectos, como el sitio www.mexico68.org, que buscan salvar estas estructuras que definitivamente forman parte de la historia de la ciudad de México.
Dos días antes de la inauguración se ofreció una fiesta a los invitados a México 1968.
Otro evento que definitivamente marcó la Olimpiada Cultural fue la llegada de la antorcha olímpica a Teotihuacan. Ahí se realizó un espectáculo de luz y sonido que representó el famoso Ritual del Fuego Nuevo combinándolo con el Fuego Olímpico en una fiesta que reunió antorchas y fuegos artificiales.
Antes de la inauguración del 12 de octubre de 1968, en el zócalo de la ciudad de México, 19 mil jóvenes ofrecieron un espectáculo gimnástico en honor de los deportistas. Muchos colores y enormes globos con el logotipo de los Juegos Olímpicos de México 1968 fueron parte de una ceremonia animada con música. México 1968 fue mucho más que la competencia deportiva.
Bibliografía.-
Roberto Casellas, México 68, Confidencias de una Olimpíada, México, Jus, 1992.
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