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Por Meraz (de Los Weeds).
Hoy tuve un acercamiento a la sonata 5 de Mozart, la compuso a los 23 años en el siglo XVI. Una composición temprana, sencilla y vivaz en comparación con sus composiciones posteriores.
Es una sonata para piano relativamente sencilla si se compara con sus otras obras más maduras. Pero compleja para un músico que apenas va incursionando en el estudio de la música clásica.
En este acercamiento pude analizar la forma de la sonata a través de diversas técnicas. En ella encontramos motivos, frases, periodos y secciones; elementos que componen cualquier obra musical. La forma de la música clásica no es cuadrada, tiene variaciones en los tiempos de los compases haciéndola más rica en interpretación. Es música muy longeva que ha influido a compositores contemporáneos.
Para que la música clásica se creara pasaron siglos de estudio que dieron como resultado los acordes y escalas que hoy conocemos. La música además de un arte es una ciencia de gran precisión, con su propio lenguaje y reglas muy estrictas; reglas que hoy en día se han roto dando origen a la música contemporánea que escuchamos; un ejemplo de esto sería la música atonal. Pero no olvidemos que las bases fueron plasmadas por los compositores clásicos, sus composiciones reflejaban la personalidad y vivencias de cada uno. A Mozart en esta sonata lo podemos descubrir como juguetón, vivo y alegre.
Esta experiencia de analizar dicha obra me ha ayudado a comprender mejor algunos elementos, como el ritmo, la forma y la armonía.
El estudiar obras tan antiguas y trascendentales abre la perspectiva de la música a un nivel mucho mayor.
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