Dado a los sucesos ocurridos en Monterrey el 26 de agosto de este año por la guerra contra el narcotráfico, resulta oportuno recordar el trabajo que llevó la artista mexicana Teresa Margolles a la 53ª edición de La Bienal de Venecia. (Es prudente mencionar y valorar que esta Bienal es considerada como uno de las más representativas para la exposición de obras de arte contemporáneas a nivel internacional).
La muestra en el pabellón mexicano, a cargo de Margolles, fue titulada: ¿De qué otra cosa podríamos hablar, si no? Esta consistió en una instalación en la que se pone en evidencia los resultados de la guerra contra el narcotráfico en México: la muerte de miles de víctimas.
Lo interesante de la exposición es que no resulta la típica muestra de serie de imágenes amarillistas sin concepto, evocando solamente el morbo. He aquí la diferencia y la capacidad de la artista para crear empatía y sensibilizar a un público en general; ajeno o no a la situación… ¿y cómo fue? Pues bien, la instalación consistía en una casa sin muebles en la que se observaba a personas trapear. Dichas personas eran familiares de las víctimas de la guerra contra el narcotráfico y el líquido con el que “trapeaban” la casa era una mezcla de agua y de sangre de las personas asesinadas a causa del narcotráfico.
Por otro lado, Margolles se dedicó a reunir los residuos de una balacera y los utilizó para realizar joyas. Incluso, se colocó una tela impregnada de sangre de muertos como representante de la bandera de México en esta Bienal.
El discurso plástico de esta artista ha sido contundente ya que el narcotráfico no fue exactamente el pretexto para darle la vuelta de tuerca a su obra. Porque desde tiempo atrás se ha visto involucrada con la muerte. Dado que algunos de sus trabajos han sido en la morgue y ha elaborado temas de investigación. Por ejemplo, en el museo Ex Teresa Arte Actual, ubicado en el centro de la Ciudad de México, se presentó una instalación de la artista en la que se veía al público jugando con burbujas hechas a base de líquidos destilados de muertos.
Sin duda es un discurso artístico que nos plantea la crudeza de la situación. Así, se puede comparar el absurdo y ridículo de una guerra con el ser testigos del ir y venir, con el afán de “limpiar” con sangre de un familiar fallecido una casa que está vacía.
Editado por Lino Arroyo.
Hola, gracias por la información.Yo desconozco a esta artista y es muy interesante su propuesta. Es la cruda realidad, sin duda. Ahora buscaré más sobre los trabajos de Margolles. Apoyemos al talento mexicano.