Bird

Por Meraz (de Los Weeds).

Acabo de terminar de ver la película de Bird dirigida por Clint Estwood, me hizo llorar al final. Es sobre la vida de Charlie Parker.

Bird.

Que difícil es la vida de algunos artistas, incomprendidos, tristes y con tanta maldad dentro de ellos. Algunos encuentran su larga  letanía en el alcohol y en las drogas. Las utilizan  para no sentir el desdichado peso de la realidad, que por más que se trate de comprenderla y vivirla de una manera convencional, resulta imposible. A Charlie, en una parte de la película le preguntan si cree que va a llegar a vivir hasta sus años 40; el responde para sí mismo, “yo soy diferente”. Todo el dolor de un músico por existir en un mundo ajeno a él, lo logra desahogar a través de un instrumento y de las melodías creadas desde su desdicha. ¿Qué orilla a grandes personajes de la música a cometer lentamente suicidio, con abusos de placer a su cuerpo? Lo desconozco y creo que ni ellos mismo lo supieron;  tal vez buscaban alivio en la muerte,  no sentir ese incansable dolor, que por más que se busque que desaparezca, permanece como una llaga en el espíritu.

Bird es una película que aborda varios temas; uno es lo rápido que la industria de la música se mueve,  en donde el talento es dejado a un lado, por una imagen y un par de acordes que tienen solo la intensión de vender y estar a la moda.

También aborda el tema de lo difícil que es formar, mantener y respetar a una familia. El matrimonio es un arduo oficio, igual de celoso que cualquier arte. Por eso me imagino que muchas veces, los artistas no pueden con dos labores tan demandantes. Una tiene que ser sacrificada.

Otro tema es la competencia tan ardua que existe en la música, se tiene que comer de alguna parte y muchas veces solo se puede compartir trabajo con amigos cercanos y talentosos.

Charlie Parker, después de estar en su mejor momento, pasa  a darse cuenta que la industria de la música no puede darle espacio a un “junkie alcohólico” por más talentoso que sea. Esta es la encrucijada que muchos artistas pueden llegar a tener. La fiesta es chamba, es ahí donde se conecta mucha gente, pero es un arma de dos filos, que si no se carga bien, puede lastimar.

Un artista jamás debe dejar de estar creando, tocando, expresando; tal vez no todos los artistas lleguen a tener una fama mundial, ¡pero que importa eso!, el arte alivia a los que lo entienden, y si existe una sola  persona que se identifique con tu creación, date por bien servido.