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Por Aranzazú Martínez Galeana y Enrique Figueroa Anaya.
El pasado 1 de diciembre de 2012 se realizaron varias manifestaciones en las inmediaciones del centro de la Ciudad de México. En palabras de algunos de los detenidos, así como de participantes pacíficos que ejercieron su legítimo derecho a la manifestación, hubo elementos que desencadenaron una reacción violenta que tiene a muchos detenidos; algunos de ellos inocentes como el caso de Abraham.
Abraham Antonio Alonso Reyes, quien cursa la carrera de Historia en el Sistema de Universidad Abierta de la UNAM, fue detenido el pasado sábado 1 de diciembre a las 13:40 horas aproximadamente en la esquina de 5 de mayo y Eje Central Lázaro Cárdenas. Abraham fue detenido mientras videogrababa los enfrentamientos entre manifestantes y granaderos. Actualmente se encuentra en el Reclusorio Varonil Preventivo Norte del Distrito Federal.
En palabras de sus compañeros «Abraham Antonio Alonso Reyes se ha destacado por ser un alumno comprometido, difusor y organizador de actividades académicas como el Encuentro Internacional de Estudiantes de Historia, asimismo, se desempeña como docente en el Colegio Simón Bolívar».
En carta difundida entre los compañeros universitarios, «los estudiantes y académicos del Colegio de Historia, de los sistemas escolarizado, abierto y educación a distancia, nos sentimos indignados y pedimos que las autoridades universitarias brinden su respaldo jurídico a nuestro compañero y hagan lo correspondiente para su pronta liberación».
Reconoce MX se suma a la petición y añade que además de lo indicado por sus compañeros es un ser humano, inocente de los cargos que se le imputan, que merece una respuesta a su caso sin mayor dilatación.
Además de la revisión del caso de Abraham, así como el de cada uno de los consignados que sabemos importante para deslindar responsabilidades, es importante que nos replanteemos sobre el cómo se jerarquizan las prioridades. ¿Seguridad por encima de libertad de expresión? ¿Necesidades colectivas o respeto a la individualidad?
Si conoces alguna otra historia como la de Abraham, y deseas difundirla, mándanosla a info@reconoce.mx.
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