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Por Laura Ramírez.
Su nombre real, Jerónimo López Ramírez, es poco conocido y sin embargo es uno de los representantes más reconocidos del arte urbano nacional y de los pocos que ha logrado trascender el mundo del tatuaje y llegar a las galerías. Se trata de Dr. Lakra.
El diálogo entre el pasado y el presente a través de imágenes y objetos es el motor principal de su obra gráfica. Rescata tendencias de los 40 y 50 con elementos populares de cada etapa. Entonces, las interviene con elementos urbanos y el resultado es impredecible.
Collages, dibujo y grafiti también forman parte de su portafolio, en el que de vez en cuando se puede encontrar algún performance.
Dr. Lakra radica aleatoriamente entre la Ciudad de México y Oaxaca, y no es de extrañar, ya que es hijo del artista Francisco Toledo. Desde 1989 su presencia ha sido constante en espacios artísticos, llevándolo a visitar Londres, Londres, Nueva York, Berlín, Madrid, Chicago, entre otros.
Murales urbanos de gran formato realizados por él decoran Ciudad Neza, Berlín, Oakland y San Andrés Totoltepec, dejando bien clara su tendencia artística. Sin limitarse, su versatilidad lo llevó a diseñar la más reciente versión de Absolut México.
Actualmente se pueden ver algunas xilografías intervenidas por él en el Museo de Arte Carrillo Gil con la exhibición Ukiyo-e: imágenes del mundo flotante, que se encontrará abierta hasta junio de este año.
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