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Todo nació de la curiosidad… Estaba observando el video Quiero ver de los tacvbos cuando me topé con esas primeras imágenes que me cautivaron. La duda me iba ganando, ¿dónde era ese lugar tan cautivante en el que grabaron estos músicos su video? ¿Dónde se encontraban, enclavadas en esta enorme mancha urbana, esas ruinas de un México casi apocalíptico? Cuando finalmente me topé con él, todo fue mayor; lleno de inmensidad y de paz.
La curiosidad me ganó y me lancé hasta Lomas Verdes, en el Estado de México; para mayor referencia frente al Colegio Alemán Lomas Verdes. Para quienes nos gusta dejar volar la imaginación, es como si viajeros del futuro llegáramos a uno de tantos centros comerciales en la ciudad de México después de muchos años de haber sido abandonada… Mi curiosidad me hizo arriesgarme, y después de muchas vueltas, logré infiltrarme. Estaba dentro de la Ciudad Comercial Acrópolis.
El lugar fue construido como parte de un centro comercial que no se terminó de lograr. Al entrar la sorpresa es mayúscula. El lugar literalmente da miedo, pero lejos de lo que uno pueda sentir en ese momento, algo te va impulsando sin pensar muy bien con qué o quién te puedes encontrar. Eso sí, y he de aclararlo, no es un lugar cuya visita es bienvenida; yo literal me colé impulsado por mi curiosidad.
Es como si caminaras por el centro comercial de tu preferencia, solo que vacío, sin gente, sin establecimientos, sin nada más que el silencio que te brinda una estructura abandonada. Al llegar al centro del edificio es cuando uno agradece esa valentía de haberse atrevido y cruzar la puerta. Un enorme domo proyecta con ayuda del sol una estrella que le da mucha luz al lugar, que hay que decir es bastante oscuro por donde entré, y que se aprecia mejor si es que uno se aventura a subir las escaleras y observarlo; eso hice.
Me llamó demasiado la atención que el lugar luciera tan abandonado. En realidad no encontré pistas de presencia humana, ni no humana (me refiero a animales, claramente). Muy extraño que una estructura tan grande permaneciera sola por tantos años. Me hubiera quedado más tiempo, pero la verdad, y siéndoles sincero, terminé sintiendo cierto miedo de ser descubierto por lo que fuera (literal). Eso no quitó que me quedara un ratito simplemente a escuchar ese silencio y a guardar con mismo esas imágenes; entré a un lugar donde no había nada, sin nada, y salí con muchas cosas de ese lugar vacío sin nada… (Aquí un mapa, que extrañamente, no pude adjuntar en esta nota).
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