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El pasado 14 de marzo fue publicado en la Ciudad de México un informe relevante para dar a conocer la situación actual del mundo, el avance logrado y una perspectiva de lo que pudiera ser el futuro en términos de desarrollo. Éste fue generado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como parte de una serie continua que ha sido publicada desde 1990. Este año se ha titulado “El ascenso del Sur: progreso humano en un mundo diverso”. Es interesante conocer lo que sucede con el mundo, pero ¿qué pasa con México? ¿Qué pasa con nuestro país y el lugar donde vivimos?
Dentro del Informe, podemos encontrar datos curiosos en términos económicos que le dan la intención al título, respecto al ascenso del Sur. Pero, ¿por qué la región del sur comienza a tener un avance? El reequilibrio mundial es un conjunto de palabras encontradas entre la lectura complicadas de asimilar si nos dejamos llevar por la idea total que todos tenemos sobre la situación tan desigual en el mundo. Sin embargo; cuando observamos a detalle y a través de los ojos de diferentes indicadores, podemos ver los pasos dados por diferentes regiones y, en esta ocasión América Latina, para alcanzar a las llamadas potencias industriales.
El avance puede pasar desapercibido, es cierto, pero el tiempo y los indicadores no mienten. Veamos lo que ha sucedido con México. Antes, conozcamos más a cerca del Índice de Desarrollo Humano (IDH), éste, representa todo aquello que no se puede medir a través de lo entendido como crecimiento económico. En términos simples, por ejemplo, podemos ver cuando una familia aumenta sus ingresos, cuando uno de sus miembros recibe un aumento en su sueldo, pero ¿realmente qué sucede con todos los demás aspectos sobre la calidad de vida de esa familia? El ingreso no lo es todo, aunque no se disminuye su importancia, pero es necesario medir el impacto de otras variables que favorecen el desarrollo de los seres humanos.
México se encuentra en el lugar 61 de 187 países, clasificado como Desarrollo Humano Alto. El adjetivo –alto- puede crear cierto conflicto ante lo que nosotros vemos y escuchamos a diario. Existe una clasificación superior, Desarrollo Humano Muy Alto, que contiene dos únicos países latinoamericanos, Chile y Argentina, en el lugar 40 y 45 respectivamente ¿Esto qué nos esta queriendo decir? Aquí una idea de lo anterior.
El IDH se encuentra integrado por tres dimensiones básicas del desarrollo humano, esta medida incluye, una vida larga y saludable, acceso al conocimiento y un nivel de vida digno. Cada uno de los tres elementos está relacionado con una variable general, el primero a salud, el segundo a educación y el tercero a ingreso.
México en estas tres variables para 2012 tiene los siguientes resultados. La esperanza de vida al nacer (EVN) es de 77.1, los años de educación promedio (AEP) son 8.5 y como medida del ingreso, se tiene al Ingreso nacional bruto (INB) per cápita equivalente a $12,947. Sin compararlo, esto no nos dirá mucho así que para cerrar veamos como está México frente al primer lugar del IDH, Noruega. Este país nórdico tiene una EVN de 81.3, los AEP llegan a 12.6 y por el lado del INB per cápita es de $48,688. Entonces, la realidad es que México no está posicionado de una manera tan positiva como los datos aislados nos podrían dan a entender.
México es un país con un largo camino por recorrer pero no podemos olvidar lo que ya se ha caminado. Nosotros tenemos la posibilidad de acceder a una mejor calidad de vida que a la que nuestros padres podían tener acceso. El valor del IDH para 1990 era de 0.654 y en el último reporte podemos observar un valor de 0.775, cuando el valor máximo es de 1. Los avances existen, y así como pueden ser para adelante pueden existir retrocesos. Lo único es esperar que México siga teniendo una suma positiva de las acciones para alcanzar estándares superiores y merecidos para todos los ciudadanos de este país.
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