La Pasión de Cristo en Iztapalapa

Por Enrique Figueroa Anaya.

No resulta una novedad reconocer que en México la religión católica es la preponderante entre los más de 100 millones de mexicanos que habitan estas tierras. Desde los tiempos de la conquista los primeros misioneros, franciscanos empujados por encontrar en América el sitio ideal para dejar el mensaje de su orden, utilizaron ejercicios diversos para evangelizar a los nativos. Uno de ellos, y mientras se estudiaba el lenguaje de los indígenas de ese tiempo, fue la representación teatral.

En tiempos de la Navidad, cuando se representaba el nacimiento del Mesías católico, se recurrió a la famosa pastorela; en tiempos de la llamada semana mayor católica, se recurrió a la representación de la Pasión de Cristo, hoy muy presente en nuestro país, y sobre todo, en nuestra ciudad. Son ya 170 representaciones (contando la de este 2013) las que se realizan en esta delegación del Distrito Federal.

Si bien la ciudad de México es una urbe inmensa en la que conviven aproximadamente 20 millones de habitantes, existen espacios como Iztapalapa donde por la propia naturaleza del mexicano, los lazos de vecindad y amistad se refuerzan. Sin estos lazos no sería posible una representación tal que tiene como escenarios los templos, parques, plazas, calles y diversos espacios de la delegación.

No se trata de una simple representación teatral, la Pasión de Cristo en Iztapalapa significa mucho más para los habitantes de los diversos barrios de Iztapalapa que se ponen de acuerdo en continuar año con año una fiesta que desde hace mucho tiempo los reafirma cultural y espiritualmente.

Los datos históricos dan pistas de que lo que sucede en Iztapalapa fue gracias en parte a una de tantas epidemias que azotaron a la región. Como agradecimiento los locales empezaron la representación de la Pasión que hoy día se revive con fe. En Iztapalapa, como en muchos barrios tradicionales de la ciudad de México, las fiestas durante el año no cesan. La Pasión, en la delegación más poblada de la ciudad de México, es una de tantas que se realizan al año.

Entre los episodios que se encuentran en la Pasión de Iztapalapa, se encuentran el Domingo de Ramos (momento que conmemora la entrada de Jesús a Jerusalén), el Jueves Santo (realizado en el Jardín de Cuitláhuac) y el Viernes Santo (momento cumbre que finaliza en el Cerro de la Estrella con la crucifixión de Cristo). En esos días, las zonas aledañas a la Pasión de Cristo atraen curiosos y creyentes. La Pasión de Cristo en Iztapalapa, es sin duda, un evento que como chilango debemos de vivir alguna vez en nuestra vida, independientemente de nuestras creencias.