No se vive, se sobrevive, pt. 2

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Por Claudia Alonso Rosas.

En el mes de febrero del año en curso, la subsecretaria de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Lía Limón, afirmó que en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa hubo 26 mil 121 personas extraviadas, las cuales se pudieron ausentar por voluntad propia, no recordar su dirección o por algunos hechos criminales.

No se vive, se sobrevive, pt. 2.

Por su parte el subsecretario de Normatividad de Medios, Eduardo Sánchez Hernández, aseguró que antes de que acabara el mes de marzo la lista sería depurada. Y éso es algo que hasta este momento no se ha hecho.

Las personas afectadas aseguran que esa lista que dio a conocer la subsecretaria Lía Limón no es cierta, para ellos son miles de personas más.

El informe llamado Personas desaparecidas en México de 2006 a 2012 del Centro de Investigación y Capacitación Propuesta Cívica A.C., dice:

“En México, de 2006 a 2012, se registraron más de 20,851 desaparecidos, de los cuales 11,201 son hombres y 8,340 son mujeres, del resto no se tienen datos”.

En entrevista para Reconoce MX, Angélica Sánchez Arabedo que colabora con su abuela María Elena Solís Gutiérrez, presidenta de la Asociación Mexicana de Niños Robados y Desaparecidos A.C., (AMNRDAC); comenta que cualquier institución que se dedica a lo mismo que ellos, manejan diferentes estadísticas porque realmente nadie sabe cuántas personas desaparecen y cuántas se recuperan.

La AMNRDAC en su base de datos distingue el tipo de desaparición, las cuales van desde un levantón hasta ausencias voluntarias.

Angélica hace énfasis en las diferencias de cada una de éstas, porque hay veces que las personas llegan a la asociación y dicen que secuestraron a su familiar, pero en ningún momento reciben llamadas donde les pidan rescate.

Una persona no puede ser robada porque no es un objeto, la mejor forma de llamarlo es privación de la libertad y se da cuando una persona ajena a la familia se lleva a un niño o a otro miembro del núcleo familiar.

“Sustracción es cuando los dos padres tienen conflictos y uno de ellos se lleva al niño sin el consentimiento del otro”, dice Angélica. Ésto mejor que nadie lo sabe Liz.

El ex esposo de Liz Méndez se llevó a su hijo Christian Samuel Sánchez Méndez, cuando éste tenía cinco años. Ella tuvo que investigar por su propia cuenta porque la policía no la ayudaba. En los juzgados le decían que no se preocupara, pues estaba con su padre.

Después de 10 años de ardua búsqueda lo encontró. Ahora el menor tiene 15 años y ya tiene el derecho de decidir con quién estar.

Por su parte Liz sigue en la asociación Sonrisas Perdidas como apoyo emocional porque comprende el dolor de las madres que no encuentran a sus hijos.

C O N T I N Ú A . . .

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