Por Ana Escárcega.
Desde 1993, Don Carlos como lo llaman todos los que lo conocen, vive bajo un techo que le proporciona el Estado mexicano, irónicamente el mismo que le destruyó la vida por una serie de injusticias, arbitrariedades, torturas y actos ilícitos.
No es un hecho muy conocido, pero el 5 de febrero de 1970, dos años después de la matanza de estudiantes por órdenes del entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, un joven enojado trató de cobrar venganza por dichos hechos e intentó asesinar al presidente, pero cometió un error y le disparó al automóvil equivocado, en el que viajaba el entonces secretario de defensa, Marcelino García Barragán.
Como consecuencia, el hombre fue arrestado y más tarde internado en un hospital para enfermos mentales en donde estuvo totalmente aislado y fue víctima de experimentación psiquiátrica por 23 años, lo que terminó por afectar realmente sus facultades mentales. Hoy ese hombre, Carlos Castañeda de la Fuente, duerme en un refugio para desamparados y vive de las limosnas que le da la gente en la calle.
El paciente interno, la ópera prima del egresado del CUEC, Alejandro Solar, nació en el 2004 después de leer una crónica al respecto por el periodista Gustavo Castillo en el periódico La Jornada. La historia, comenta el director, ya tenía la relevancia suficiente para ser contada en un documental por lo que no pretendía buscar a este hombre que, para como habían sucedido las cosas, era probable que ya estuviera muerto; mas nunca se imaginó que se encontraría cara a cara con el protagonista de la historia y que éste además estuviera dispuesto a contar en primera persona su versión de los hechos, sus motivos y posteriormente sus múltiples castigos.
El documental llega a cines mexicanos muy a tiempo para recordar la masacre de Tlatelolco de 1968 que los mexicanos nos negamos a olvidar. A 45 años de este vergonzoso acto histórico de represión, aquél 2 de octubre sigue muy reciente y doloroso; pues como el mismo Solar Luna expresó, la historia de este hombre es un hecho insólito que se vincula con una etapa crucial del país y de la sociedad en la que vivimos hoy.
El documental además desentierra pruebas de las injusticias que se llevaron a cabo con este hombre, un ensañamiento totalmente ilegal – puesto que a la fecha no han aparecido registros legales de su aprisionamiento o de su reclusión en la institución mental, sin mencionar que de haber sido acusado de intento de homicidio habría salido de la cárcel en 5 años – por parte del gobierno y que sacan a relucir, una vez más, las corruptelas con las que se movían los sistemas de justicia y de salud del país.
En un intento por recuperar y revivir la memoria histórica, el CUEC, IMCINE (Foprocine) y Rodrigo Herranz producen El paciente interno, que llega con 15 copias a nivel nacional a partir de este viernes 4 de octubre.
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