Quizá es México el que se está quedando corto

Por Enrique Figueroa Anaya.

Es un hecho, los tres nacieron en México; para ser más exactos, en la ciudad de México. Pero también es un hecho, y no se puede negar, los tres han hecho una carrera fuera del país; y ahora, aunque el patriotismo nos agarre cual Juan Escutia tropezándose con la bandera tricolor, los tres son personajes internacionales y forman parte de otra industria cinematográfica.

Quizá sea México el que se está quedando corto.

Los Premios de la Academia recibidos por Alfonso Cuarón (Mejor Director, Mejor Edición), Emannuel Lubezki (Mejor Fotografía) y Lupita Nyong’o (Mejor Actriz de Reparto) forman parte del extenuante trabajo que cada uno de ellos se ha ido forjando. Habiendo nacido en México, los tres, se propusieron peresguir la realización de sus sueños; y probablemente uno de ellos ya se ha cumplido. El Oscar es de ellos, no de México, y no porque no sean mexicanos, sino porque se debe a su trabajo y esfuerzo; a su sudor y noches de desvelo.

El que hayan ganado un Oscar, sobre todo en los casos de Cuarón y Lubezki, resulta una gran noticia que llena de alegría a la industria cinematográfica mexicana; pero también es, siendo un tanto estrictos, un aviso más de que para algunos de los grandes talentos que Mexico produce, las oportunidades están fuera y no dentro. ¿Por qué no se pudo hacer una película como Gravity en México? Es pregunta.

Que no se mal interprete que deseo cambiar el entusiasmo por el pesimismo porque dos grandes figuras mexicanas han sido premiadas en el extranjero. Jamás. Las decisiones personales de cada uno de estos personajes, que al final ponen también en alto el nombre de México, son completamente respetables porque son de ellos; de nadie más. Aquí sólo se marca una reflexión que surge a raíz de que estos tres nacidos en México triunfan con una carrera realizada en el extranjero.

En una frase que ha quedado marcada, y que lo hará por muchos años más sobre todo para quienes aspiran a sueños tan grandes como el que Cuarón, Lubezki y Nyong’o han logrado, Cuarón pedía cambiar el «tan mexicano» ‘sí se puede’ por un no menos mexicano ‘¡a huevo, va!’. El mexicano puede, como lo han mostrado ya estos tres ilustres mexicanos; es quizá México el que está quedándose corto a las aspiraciones de tantos compatriotas tan talentosos y capaces.