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Texto e imágenes de Enrique Ortiz.
Me parece increíble que el sitio arqueológico con las obras de ingeniería hidráulica más importantes de toda Mesoamérica sea tan poco visitado y difundido. Esto en gran parte se debe a la falta de inversión y difusión por parte de los gobiernos locales, estatales y del INAH. Estoy hablando de Tezcotzingo o “El pequeño Tezcoco”.
Este sitio ubicado a 2,35 3 msnm, vivió su mayor esplendor durante el gobierno del Tlahtoani de Tezcuco: Nezahualcoyotl (1402-1472). Sin embargo hay evidencia de su desarrollo desde el siglo XIV de nuestra era. El costoso mantenimiento de esta corte alternativa, jardín botánico y espacio recreativo era pagado por medio del tributo de las ciudades de Coatlinchan, Huexotla, Coatepec y Chimalhuacan. Al morir Nezahualcoyotl, el espacio perdió su importancia debido a que su hijo Nezahualpilli empezó la construcción de otros palacios y complejos recreativos.
¿Y cuál es la importancia de este sitio arqueológico? Que en su esplendor fue el jardín botánico más importante de Mesoamérica, el cual poseía plantas propias del entorno y otras traídas de regiones distantes por Nezahualcoyotl debido a sus cualidades medicinales o simplemente para embellecerlo como fue el objetivo de los gigantescos ahuehuetes que lo decoraban.
La segunda razón de importancia del sitio (y por lo que es digno de visitar) es debido a las maravillosas obras de ingeniería hidráulica que se realizaron para dotar de agua limpia a los distintos baños y de riego a sus jardines. El Tezcotzingo poseía el acueducto más largo del mundo prehispánico, (superior al de Coyoacán o Chapultepec en Tenochtitlán) con una longitud de 8 kms. Aún se pueden ver partes del acueducto que llevaba el agua del manantial Texapo a través de una gran distancia para que la realeza acolhua pudiera relajarse mientras tomaba un delicioso baño en una de las dos grandes tinas bautizadas como “El baño del rey” y “El baño de la reina”.
Las estructuras de forma cilíndrica (cuyo interior está labrado completamente en la roca del cerro) descansan en plataformas que poseen una vista magnifica del pueblo de San Nicolás Tlaminca, Texcoco y del Valle de México. El sitio también posee un recinto monolítico llamado “Sala del Trono” lugar donde se piensa que el rey Nezahualcoyotl recibía embajadas que traían noticias de regiones remotas, declaraciones de guerra, quejas o hasta el tributo para el señorío de Tezcuco. El recorrido se cierra con los restos de fuentes, reservorios y hasta de un palacio.
Tezcotzingo es un gran lugar para visitar debido a su cercanía de las ciudades de Texcoco y del D.F. El tiempo de recorrido es aproximado de 2 a 4 horas. La entrada es gratuita.
Cómo llegar.-
Desde la ciudad de México, en automóvil se hacen aproximadamente 45 min. Se toma la carretera México-Texcoco y a la entrada a esta ciudad se toma la desviación al Molino de Flores. Se pasa por el Centro de Justicia, por el panteón municipal y a 2.8 km se encuentra una desviación y un letrero que indica cómo llegar a la zona arqueológica. Se llega al pueblo de San Nicolás Tlaminca, donde se sigue por las calles de Cuauhtémoc hasta llegar a la de Nezahualpilli, al final de la cuál empieza el ascenso. Horario: Lunes a Domingo , de 10 a 17 hrs.
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