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Por Asfaltos.
Me encuentro un poco pesimista en este inicio de septiembre; y es que siempre me pasa lo mismo, justo en el mes patrio, en el mes más mexicano, me acuerdo de una frase que me mencionara alguna vez Fratta, quien tras un suspiro me confesó: «Me duele mi paisito». No le faltaba razón al músico, cada septiembre pienso lo mismo. ¡Me duele!
Pero como no estoy aquí para compartirles mis dolencias y sé que éstas poco o nada les importan, me acordé de una canción que además de transmitir mi sentir, nos cae perfecta para definir un momento específico de nuestra realidad nacional. Con tanta madriza reformiza que nos dieron en los últimos meses -que si la fiscal, la energética, la de comunicaciones-, pareciera que como siempre el país se encuentra en venta.
Para ese sentir Fernando Rivera Calderón, uno de mis personajes favoritos de la ciudad (por cierto), nos regala una melodía en donde al mejor estilo del himno ropavejero por excelencia -ese que Doña Cristina Pacheco nos hiciera el favor de desentrañar en uno de los episodios de su Aquí nos tocó vivir-, se pone en venta nuestro país al lado de una que otra chuchería… más.
Divertida parodia la de Fernando realizada para su programa El weso de W Radio, pero al mismo tiempo trágica la realidad que pareciera imperar. Lo peor del asunto es que si bien el que se pusiera a la venta el país podría ser de interés para quienes habitamos en él; no resulta más que en realidad una catástrofe, ya que ninguno de nosotros seremos siquera beneficiarios de semejante intercambio económico. Ni modo.
En fin, yo les dejo con Se vende mi país del extraordinario Fernando Rivera Calderón, líder también de Monocordio; de quienes seguramente les platicaré en algún Martes asfaltoso. ¡Buen martes!
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