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Cada año, desde que empezó este proyecto, me pongo a leer a finales de diciembre los títulos de los textos que se han publicado aquí, en Reconoce MX. Al juzgar por lo agotado que terminé, puedo asegurar que 2014 ha sido sin duda un año trepidante; quizá el más alborotado que hemos tenido en lo que tiene de vida de este proyecto. A continuación una despedida al 2014.
Cuando nuestro colaborador Daniel Higa Alquicira describió su perspectiva de 2014 como la de un «un año con un panorama gris y turbulento para la gran mayoría de los mexicanos«, pensé que exageraba; sin embargo, al día de hoy, le doy la razón. En temas sociales fue un año absolutamente turbulento.
Sin siquiera querer invocar a los demonios, esos que «andan sueltos», evoqué la sombra del también turbulento 1994. De entre los muchos asuntos que hicieron 1994 un año oscuro, evoqué el asesinato de Colosio, 20 años después, y haciéndome la misma pregunta que su hijo: ¿Por qué lo hicieron? Después llegó la realidad.
El gobierno, con la clara intención de mantener un discurso alejado de la realidad, empezó a dictarnos el que para ellos era nuestro país. En su visión el presidente Enrique Peña Nieto llegaba para salvar a México, su gobierno era tan fuerte como para atrapar y encerrar al mítico «Chapo» Guzmán, además de crear la poderosa Gendarmería de la Policía Federal, y sobre todo, borrar la palabra inseguridad de nuestro imaginario; punto, no existía.
Sin embargo las acciones contradijeron al discurso oficial, a la estrategia mediática, a la mercadotecnia. Nos encontramos con un gobierno para el que la justicia actúa «cuando se le da la gana», como sucedió con Esperanza Reyes Aguillón y su billete falso que la llevó a las Islas Marías; con un gobierno en el que para quien ostenta el poder puede operar una red de trata de personas y prostitución, como en el caso de Cuauhtémoc Gutiérrez; con un gobierno donde quien tiene dinero les tiene por sirvientes, como en el caso #SanBartoloAmeyalco; con un gobierno que ¿engaña a la ONU en casos de tortura?; con un gobierno para el que las reformas están pensadas para sus grandes negocios sin importar el alto costo social; y con un gobierno en el que se quiso imponer la censura, hasta que a ojos de todo el mundo se le frustró su deseo.
Las cosas siguieron empeorando y la burbuja de irrealidad le estalló en la cara al gobierno mexicano. La matanza de civiles a manos del ejército en Tlatlaya, Estado de México (al que por cierto habrá que tener con los ojos encima este año), revivió el que era para nosotros el sexenio más sangriento del expresidente mexicano Felipe Calderón. Ya nos habíamos acosutmbrado al miedo y a la muerte, el gobierno ya se había acostumbrado a la denuncia; lo que cambió la ecuación fue la demanda extranjera, la que afectaba a la imagen que se había cuidado de un México que ya había cambiado. Tlatlaya fue sin duda de los casos más emblemáticos de 2014; una primera llamada fuerte.
Como ya se había hecho presente desde el inicio del sexenio, el descontento social aumentó, desde quienes se quejaban de acciones como las reglas del nuevo Hoy no circula (que vinieron a hacer todavía más impopular al gobierno de la capital mexicana); hasta el disgusto de los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional; quienes dieron en días cercanos a la conmemoración anual del 2 de octubre de 1968, un ejemplo en la primera marcha que convocaron y que quedará para la historia por su comportamiento y pasión.
Sin embargo, la más grande burbuja estalló en la cara no solo del gobierno, sino de todo el país… y el mundo entero. Así nos encontramos con el horror de Ayotzinapa, con la desaparición y probable muerte de los 43 normalistas que se volvieron en la «gota que derramaba el vaso» del hartazgo nacional. Todos nos cansamos de la hipocrecía del gobierno; de sus acciones torpes que le echaban más gasolina al fuego que habían provocado. Salimos a marchar indignados en la movilización más grande de los últimos años, justo en el aniversario 104 de la revolución mexicana; mientras que el gobierno se indignaba también, pero porque les descubrieron en negocios que les involucraban en la corrupción que tanto decían odiar.
El horror no ha terminado, desconocemos aún la verdad detrás del caso de los normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, y las cosas siguen calientes en estados como Michoacán y el Estado de México. El gobierno no actúa, y si lo hace, lo hace torpemente. Claro que nos quedan opciones para sobrellevar lo que sucede como el arte, entre ellas la música para escapar del horror; pero horroriza que la crisis humanitaria, esa que denunciábamos en mayo de 2014, siga imparable.
En fin, creo que me extendí demasiado en el recuento social, pero creo justo y necesario el recordatorio de todo lo que hemos vivido apenas el año pasado; y que como ya dije, seguramente seguirá teniendo ecos en el año que apenas empezamos.
¿Y qué más nos dejó 2014? ¿Hubo algo positivo? Claro, a pesar de todo.
Entre las buenas noticias con las que empezamos el año estuvo el Globo de Oro y el Oscar a Mejor Director para nuestro compatriota Alfonso Cuarón, quien por su labor en la cinta Gravity fue una de las grandes alegrías nacionales. También vivimos la inauguración de Jardines de México, un sitio de gran magia que cuida lo mejor de nuestra flora. Celebramos los 60 años de Jaime López con música nueva, escuchamos los nuevos álbumes de Jumbo, Molotov y Siddhartha; celebramos la nominación de éste último junto con Caloncho en los Grammy Latino, y celebramos una década de uno de los mejores foros musicales: El Lunario.
Celebramos también 55 años del Canal Once, 100 años del nacimiento de Octavio Paz, 100 años de la Heróica Defensa de Veracruz, 100 años de la Toma de Zacatecas; y entrevistamos también al gran dibujante Sergio Aragonés.
En el tema de las coberturas (#CoberturaRCMX) estuvimos particularmente activos. Cubrimos el Mobile World Congress 2014, el Vive Latino 2014, el Creativa Fest, el Festival Marvin (#Marvin14), el Guanajuato International Film Festival 2014, el Comic Con 2014, la 3ra Copa México de Naciones, el 18° Tour de Cine Francés, el Festival Internacional de Cine de Morelia 2014, el Festival Internacional del Globo León 2014, y Tag CDMX 2014; además de haber cubierto como medio asociado el Festival Internacional de Cine UNAM 2014, Campus Party (#CPMX5) y la primera edición del Rubber Festival Internacional de la Música en el Cine.
Desde luego que también hubo noticias tristes en el mundo de la cultura, y sobre todo en el de las letras, por las sentidas (e irreparables) pérdidas de José Emilio Pacheco, Gabriel García Márquez, Emmanuel Carballo, Roberto Gómez Bolaños y Vicente Leñero. En un entorno más personal, el sensible fallecimiento de Víctor Bustos, amigo de Reconoce MX y colaborador de Pisando callos, fue impactante y muy sentido.
En la ecología, la música y el deporte también hubo claroscuros. Sentimos mucho enterarnos del peligro de extinción del axolote, que 2014 ha sido un año particularmente caliente (hablando de cambio climático), la confusa cancelación del independiente Hell & Heaven Metal Fest México 2014 (que al final sí se organizó, cobijado por OCESA), así como todo lo oscuro detrás de los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, Rusia.
Para terminar este largo, pero debido recuento, no puedo dejar de agradecer a nuestros aliados, empezando por iRadi@Tec, Pisando callos, el Festival Internacional de Cine Univertiario KINOKI, Zachary Jones (de Zambombazo, con quien nos aliamos en El dúo dinámico), y el gran Maestro Enrique Ortiz (titular de El espejo humeante).
Además, y de manera muy importante, agradezco a todos y cada uno de los colaboradores que hacen posible Reconoce MX. A todos un agradecimiento enorme por el esfuerzo extra que significa participar en este proyecto.
Al final, y no podía irme sin hacerlo, extiendo un agradecimiento sincero y mayúsculo a ustedes, nuestros lectores, quienes mantienen vivo a Reconoce MX; y a quienes nos debemos absolutamente.
A todos, por igual, ¡feliz y próspero 2015!
Atte.
Enrique Figueroa Anaya
Director General Reconoce MX
Gracias a todos y feliz 2015
Gracias por todo.