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En este mundo hipermoderno pareciera que las relaciones son cada vez más fugaces, eso que Bauman planteó como el “amor líquido” en donde los vínculos interpersonales eran cada vez más frágiles, superficiales y etéreos, productos de los tiempos que nos han tocado vivir.
No sólo eso, el internet y las redes sociales, más que a cercarnos en ocasiones fungen como una barrera que trivializa las amistades, las charlas y el conocer de forma genuina a quienes puedan formar parte de nuestra cotidianidad.
En La llave perdida (The Lost Key) Ricardo Adler nos relata el viaje de autodescubrimiento que emprende a raíz de un divorcio -proceso que confiesa lo dejó totalmente desorientado- que le hizo volver a reconstruirse aunque admite, sin saber por dónde comenzar. Para su sorpresa, y la de muchos, la religión fue un camino que lo acercó a este nuevo inicio y a entender facetas del amor y las relaciones humanas que hasta entonces habían pasado desapercibidas.
Por medio de entrevistas a parejas, sexólogos, médicos entre otros, Adler reflexiona sobre las relaciones de hoy en día: “Con las libertades de hoy pensamos que una buena relación se basa en la satisfacción del momento, y sí, se siente muy bien” comenta una de las chica entrevistadas “pero creo que eso también es triste, que la satisfacción no dure más que un instante”.
Entre charlas con su rabino y comentarios sobre su experiencia, Adler saca a relucir la necesidad de hoy en día de enseñar a la gente a relacionarse de forma verdadera, de lograr una intimidad que vaya más allá de compartir un momento en la alcoba con la pareja: “Eso es fácil” menciona el rabino Manis Friedman, “las aves saben cómo hacerlo, nosotros también. Aquí hablamos de intimidad, de conectarse con la pareja y de crear un verdadero vínculo”.
Lejos de creencias o dogmas religiosos, Adler se centra en la espiritualidad y la conexión que se busca crear entre los individuos mediante algunos principios del judaísmo y de saber que el sexo es un acto más que meramente carnal. Los involucrados en el documental concluyen que el aprender a tener intimidad sería un gran paso para la humanidad, pues las personas tenemos apetitos que saciar y el amor llega a ser uno de los más difíciles por la falta de comprensión y conocimiento de nosotros mismos y de quienes amamos.
Un excelente documental para entender los tiempos modernos y las relaciones de hoy día, cuyos espectadores se replantearán las ideas respecto al amor, al sexo y a la pareja; La llave perdida de Ricardo Adler y Manis Friedman logra ser una mirada nueva a temas que jamás dejaremos de cuestionarnos.
La llave perdida pueden verla aún, hasta el 4 de febrero en Cinépolis Plaza Carso, Cinépolis VIP Arcos Bosques y Cinépolis Interlomas; y en Cinépolis Plaza Río Tijuana, Cinépolis Centro Magno Guadalajara, Cinépolis Plaza las Américas Cancún, Cinépolis Esfera Querétaro, Cinépolis Las Américas Monterrey del 5 al 11 de febrero de 2015. La llave perdida es parte del 12° Festival Internacional de Cine Judío en México.
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