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Con una trama divertida con tintes de «chilangués» y una ambientación que no le pide nada a ninguna película hipster, llega este 19 de febrero a la pantalla grande una nueva propuesta del cine mexicano: Tiempos felices.
Tiempos felices es la cinta debut del director y guionista Luis Javier M. Henaine, quien con genialidad nos envuelve en uno de los dilemas morales del siglo veintiuno: ¿Cómo cortar con una novia que ya no quieres? La respuesta a esta pregunta podría parecer obvia para el «macho mexicano», pero para el protagonista Max (Luis Arrieta), un diseñador publicitario con un corazón sensible, la metodología correcta parece estar lejos de su alcance. Su novia Moni (Cassandra Chiangherotti) es una guapa y cariñosa «niña bien», quien después de 5 años de relación parece estar perdiendo el encanto; y a la que por si fuera poco, le urge casarse.
El dilema se vuelve aún más complicado después de los intentos fallidos de Max por terminar la relación, por lo que no le queda más opción que contratar los servicios de una compañía que promete “solucionar todos sus problemas”. Dicha compañía, una mezcla entre los Simuladores y la premisa de La caja -entre trampas y anonimato-, termina confrontando a Max con una realidad mucho más cruda de la que él esperaba y haciéndolo dudar de lo que él en verdad quiere.
El argumento de la película y su mensaje es simple. Uno puede identificar clichés «hollywoodenses» por aquí y por allá, sin embargo no molesta pues la ligereza de la trama, su sinceridad y las puntadas de humor blanco mexicano, nos invitan a no tomarlo demasiado en serio y mas bien reírnos y reflexionar un poco sobre nuestras propias relaciones.
Visualmente no queda claro si la atmósfera vintage, con vinilos, lofts y fuentes de sodas tipo sesentas busca definir un ambiente tipo “condechi” hipster o un escenario ficticio; lo cierto es que la fotografía no se parece a nada que hayamos visto antes en el cine nacional, y está bastante bien lograda.
Una de las gratas sorpresas del director es la elección de casting, pues a diferencia de muchas de las películas de nuestro país solo uno o dos de los actores son de esos «reciclados» que vemos en todos lados. Las actuaciones son frescas, especialmente las de Humberto Bustos e Iván Arana, los barberos, compinches y amigos de Max; así como las de los protagonistas Luis Arrieta (conocido por su papel en Los inadaptados) y Cassandra Ciangherotti, quien por cierto aparece actualmente en varios proyectos este año.
Si bien Tiempos felices no es el siguiente Crimen del Padre Amaro, la cinta fue bien recibida en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia así como en el Dubai International Film Festival el pasado diciembre, y podría decirse que formará parte de esta nueva oleada de cine mexicano que desde 2012 se ha estado viendo con muchísimo éxito.
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