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Enero, el primer mes del año y el primer acontecimiento que marcaría la escena internacional del 2011. Egipto, un país del cuál conocíamos su enriquecedora historia entre pirámides y faraones nos dejaría en esta ocasión explorar más de su cultura y su actualidad. A principios de este año nos presentó a uno de sus personajes principales y controversiales: Hosni Mubarak.
El 25 de enero comenzó un levantamiento en la ciudad de El Cairo, tras un desencadenamiento de movimientos, como se le conocería, en el Norte de África. Miles de personas para luego ser millones de ellas, eligieron ese día para hacer escuchar sus voces y exigir un cambio tras 30 años de vivir en el régimen de un solo hombre, un líder militar. Comenzando con la vía política, el cambio buscaba tener un impacto en su día a día, disminución en la pobreza, el desempleo y mejorar sus condiciones de vida.
Las redes sociales, se comentó en ese momento, fueron un factor importante que permitió la organización de un movimiento que desde 2004 comenzaba a integrarse con el nombre de Kafaya. Así, ahí se entendió la facultad de organización a través de Facebook o Twitter como una herramienta trascedente para generar una movilización de millones en tiempo real y con rapidez. Este levantamiento en Egipto dio un ejemplo de que la conexión social aunado con la voluntad, logra generar un impacto trascendental en la sociedad.
Una multa de US $90 millones de dólares fue una de las formas de despedir al derrocado régimen de Mubarak, como resultado de bloquear la comunicación vía internet y telefónica. A pesar de lo anterior, principalmente la población joven continúo con la búsqueda del cambio y el cumplimiento de sus exigencias. Los levantamientos se extendieron durante todo el año con consecuencias económicas como el alza de los precios de los alimentos y la diminución en uno de los principales sectores de ingreso, el turismo.
A casi un año de estos acontecimientos, ¿dónde esta el resultado de la Revolución? Ningún movimiento social tiene consecuencias gratas a corto plazo y menos cuando existen intereses de algunos otros países para mantener cierto control sobre la población. Lo rescatable, debe ser la posibilidad de voto para los egipcios, quienes después de tres décadas pudieron emitir una decisión política en su país. La democracia, fue la primera consecuencia positiva.
Justo hace dos días, el 24 de diciembre se dieron a conocer los resultados de la segunda ronda de votaciones parlamentarias, la primera de ellas fue en noviembre. Alrededor de 11 millones de votantes asistieron para dejar en cargo a dos partidos islamistas, declarados como rotundos ganadores. Así, en regiones donde normalmente se esperaba el triunfo de candidatos musulmanes, surgió el cambio. En la actualidad el gobierno se encuentra dirigido por el gobernante Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, quién se espera deje el poder al existir un nuevo gobierno democráticamente elegido.
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