Versiones terrestres de los cráteres lunares; enemigos públicos número uno de quienes transitamos en auto por calles, avenidas y carreteras. Al caer en uno de ellos invocamos a la madre de quienes son sus responsables. Son causantes de que en muchas ocasiones nos sangre la cartera con uno que otro gasto fuera de cualquier previsión. Son los baches.
Son tiempos de lluvias fuertes en la capital mexicana, y sí, son tiempos de enormes y horripilantes baches en las calles. Originados por una mezcla de humedad, temperaturas altas y bajas, y tránsito, entre otros factores, los baches son auténticas trampas mortales que si bien difícilmente pueden ser evitados al 100%, sí es posible prevenirlos en la medida de lo posible.
Entre los daños provocados por un bache naturalmente se encuentran las llantas ponchadas, pero se suman también los daños a la suspensión y la dirección, por mencionar algunos. Por ello, y como parte de una serie de textos titulados «Guía de supervivencia» que estaremos publicando en Reconoce MX, aquí algunos consejos para evitar caer en los desgraciados agujeros.
1) ¿Charco a la vista? ¡Huye! Es cierto, no siempre se puede, pero si a lo lejos ves un charco, es muy probable que en él se encuentre un bache escondido bajo el agua alistándose para cumplir con las desgracias.
2) Ni modo, todos en esta ciudad parece que andan desesperados por la vida y al menor auto «lento» empiezan los pitidos y mentadas de madre… Ni modo, si llueve maneja lento a pesar de la presión de los de atrás; ya, si quieren, que sean ellos quienes caigan en los baches. Moderar la velocidad, inclusive cayendo en un bache, reduce los daños que se puedan ocasionar.
3) ¡Distancias! ¡Cuiden sus distancias! Si ya de por sí es importante cuidar distancias, con la lluvia el elemento aumenta en relevancia. Una mayor visibilidad es parte de los beneficios, así como el hecho de que si cae primero el de adelante, el de atrás se beneficiará.
4) ¿Caíste? Ni modo, no frenes, trata de pasarlo de la forma más rápida posible. El quedarte en el bache puede generar mayor daño en la suspensión de tu automóvil; es decir, mayor daño y más costos.
5) Verifica constantemente el estado de tus llantas. Que estén bien infladas. Checa la presión por lo menos una vez a la semana. Las llantas son las más afectadas frente a los baches, pero mejor que se te ponche una a que haya otro tipo de daños a tu automóvil.
Por cierto, estamos 100% de acuerdo en que los baches no deberían existir y que sus responsables deberían hacerse cargo de los dolores de cabeza que nos ocasionan, por lo que te recuerdo que en Ciudad de México hay una indemnización por baches. En palabras de un abogado cercano, el trámite requiere paciencia (como todos), pero vale la pena saberlo.
Imagen de Daniel Lobo.
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