#GIFF2015 Día 1: Música y familia

Texto y fotos de Uriel Delgado.

Con cada verano hay una pregunta que siempre viene a mi mente: ¿a qué festival de cine iré este año? Y no es que sea el mayor experto ni la persona más recorrida del circuito festivalero mexicano pero, desde que visité uno por primera vez, me quedó claro que la mejor forma de enterarte de lo que está pasando en la escena cinematográfica nacional e internacional -y al mismo tiempo empaparte de la cultura y el folklore de nuestro país-, es visitando alguna ciudad durante su festival correspondiente.

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Y si de folklore se trata, sin duda el GIFF es el mejor exponente en estos momentos. Abriéndonos las puertas de San Miguel de Allende como si fuéramos viejos conocidos, sus calles empedradas nos encaminan hacia un recorrido con sorpresas en cada esquina. Entre bodas, personas de todas nacionalidades y la imponente catedral, los primeros días del GIFF prometían desde ya ser una experiencia en todo sentido.

La expectativa de cada día está al máximo porque nunca puedes saber a ciencia cierta con qué te vas a encontrar; sin embargo, en el primer día del GIFF nos encontramos dos temas muy claros: música y familia. En cada rincón de las pequeñas calles de San Miguel de Allende nos encontramos estos dos temas en todas sus múltiples y más bizarras formas.

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Empezamos con el estreno latinoamericano de «Der Bunker» (Alemania, 2015), ópera prima del joven Nikias Chryssos quien con una sutil mezcla de géneros envuelve la comedia, el drama y el horror en una sola historia de encierro y aislamiento que pone en tela de juicio los más profundos conceptos familiares que damos por sentado en nuestra sociedad moderna. Con una espeluznante actuación de Daniel Fripan que raya en lo grotesco, la aparentemente simple historia de un profesor que termina educando a un niño de ocho años sin poder salir de su casa termina siendo una crítica a la idea de la familia como el núcleo de la sociedad del que aprendemos todos los valores que necesitamos. Todo esto acompañado de una impecable banda sonora que combina música clásica y un score de música industrial que va llevando la psicosis de los protagonistas a lugares insospechados.

En sesión de preguntas y respuestas el director debutante comentó que es precisamente la mezcla de géneros y el toque surreal lo que permite que su obra tenga múltiples interpretaciones: “En una de las primeras proyecciones, mi tío, que es psicoanalista, me dijo que hay tres formas de entender la realidad: la risa, el sueño y la psicosis. En mi película encontró las tres y creo que esa es la clave”.

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Para seguir con la música, en el Jardín Principal comenzaba a presentarse Marissa Mur, joven mexicana quien con su proyecto de pop y folk acompañada de su impecable banda cautivó a los cientos de asistentes que se dieron cita para disfrutar de sus frescas melodías para disfrutar del atardecer con la bella catedral de fondo. Una fresca mezcla de sonidos que nos demostró que lo mejor de la música es que puede romper las barreras de cualquier idioma y cultura, y durante su presentación ya tenía a personas de todas nacionalidades siguiendo sus pegajosos coros.

Justo en ese momento estaba llevándose a cabo otra celebración a la música y el cine con el desfile en honor a Eric del Castillo que concluyó en la alfombra roja del Teatro Ángela Peralta, en donde el reconocido actor iba a recibir un merecido homenaje. Es bien sabido que la cultura mexicana se distingue por ser alegre y festiva en todo momento, y esta no fue la excepción. Con una banda de música grupera acompañando la pasarela, nos queda claro que es la alfombra roja más ecléctica que pueda haber en un festival de cine, algo que fue remarcado por Sarah Hoch, directora del GIFF, quien agradeció a todos los presentes y pidió que las cámaras voltearan a la gente que rodeaba el teatro, pues eran ellos y el pueblo sanmiguelense quienes le daban esa magia al festival y lo volvían único en su tipo.

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Si alguien pensaba que ya era demasiada emoción por un día, no tendría que haber regresado al Jardín Principal, pues la fiesta que los Rebel Cats tenían ahí era impresionante. Al ritmo de su afamado rockabilly, la agrupación que continúa festejando su décimo aniversario puso a bailar a toda la plaza que dejó sus asientos para dejarse llevar por la energética presentación de Lalobilly, Vincent Van Rock, Vince Monster y Chucho Tormenta, quienes salieron más que contentos pues para ser su primera presentación en San Miguel de Allende tuvieron un recibimiento soñado.

Y para terminar el día, no podía faltar la gala de la función inaugural. Una hermosa representación de la vida de Brian Wilson, icónico líder de The Beach Boys, que una vez más nos hizo juzgar el valor que la música y la familia tienen en nuestras vidas y como las más bellas melodías pueden ser mucho más de lo que parecen. «Love and Mercy» (Estados Unidos, 2014) de Bill Pohlad nos sumerge en la tormentosa vida de uno de los genios creativos más influyentes del siglo pasado y a través de las impecables actuaciones de Paul Dano, John Cusack y Elizabeth Banks hace pensar a la audiencia si vale más la fama y la fortuna o la integridad de una persona. Un emotivo reflejo de cómo la escena musical puede ser el éxtasis para unos y la decadencia para otros pero como, al final, lo que importa es que todos sepamos sentir amor y piedad en nuestras vidas.

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Así concluyó el primer día de un GIFF en el que las sorpresas apenas comienzan. Y si esto va a seguir así, queremos sorprendernos por nueve días más.