Por Asfaltos.
Me recuerdo hace muchos años, antes del YouTube, del iPod, del Spotify, del Deezer -hace muchos años, pues-, caminando bajo la lluvia, con mis audífonos y un walkman en la cintura. Escuchando la radio en la mayoría de las veces, pero también escuchando algún cassette o algún disco; la cosa era, como siempre lo ha sido, escaparse un ratito de la realidad bajo la excusa de la música.
Uno de mis discos favoritos es indudablemente el «Restaurant» de Jumbo, ese del que se desprenden clásicos instantáneos como «Monotransistor», «Aquí», «Superactriz», «Siento Que…», «Alienados Para Siempre» y la tremenda «Fotografía». Pues bien, cerrando el que es sin duda el mejor álbum de Jumbo -en sus buenos tiempos, con su primer alineación completa-, se encuentra una maravilla llamada «Siempre en Domingo».
Con el Jumbo más melancólico, nostálgico y francamente tristón, «Restaurant» cerraba con un track 14 que repetía y repetía en mis cientas de caminatas diurnas y nocturnas acompañado de mis audífonos. De mis favoritas del álbum, «Siempre en Domingo» funcionaba para transportarme un poco hacia fuera de la realidad; y hoy mismo, evocándola, me sigue provocando lo mismo.
En la letra se nos combinan paisajes de lo rutinario, lo desesperanzador y lo agobiante; pero igual, como una «estrella de las estrellas», se nos muestra una luz, una imagen esperanzadora y liberadora. ¡Ah, adolescencia, te me escapaste tan pronto de las manos!
¡Buen miércoles, banda!
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