Texto y fotos por Priscilla Riebeling.
El pasado 28 de agosto El Plaza Condesa se convirtió en el escenario para la primera visita de Magic!. Con un lleno a la mitad del recinto, la banda, originaria de Toronto, salió al escenario y desde ese momento la gente no paró de mover las caderas un segundo.
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En El Plaza Condesa, repleto de grandes grupos de amigos dispuestos a bailar y con el aire de fin de semana, Magic! no pudo haber pedido un mejor escenario para tener su primera presentación en la Ciudad de México. Gritos desenfrenados les dieron la bienvenida al escenario a la banda que abrió con el sencillo que le da nombre a su álbum debut “Don’t kill the magic”.
El concierto estuvo lleno de cambios que iban entre un pop muy enérgico, y solos de guitarra por parte de Mark Pellizzer respaldados con bases de reggae. Canciones como “Paradise”, “No way no” y dos covers -uno a “Girls just wanna have fun” de Cyndi Lauper y “Mesage in a bottle” de The Police– fueron parte de los momentos más interesantes de la presentación de los oriundos de Toronto, ya que en las dos versiones la banda demuestra como les es nato hacer una mezcla muy llevadera de pop y reggae.
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La magia de la banda sin duda alguna recae en cómo Nasri Atweh hace un perfecto trabajo como frontman, ya que mantiene una constante conversación con el público y contagia su energía y ganas de bailar. Un momento lleno de sentimientos llegó cuando “No evil” fue descrita como esa canción en donde Nasri cuenta cómo esta canción la escribió cuando él se sentía en un momento difícil de su vida para después sobreponerse y encontrar un camino más sano.
Las bromas también fueron parte interesante de la noche, ya que al llegar el estresante momento del encore, Nasri regresó al escenario alegando haber olvidado su chamarra y le pidió a la gente que se retiraran del recinto. Cuando la banda completa pisó el escenario Nasri, también cantante de la banda, le pidió al público que cada quien gritara su nombre para después decir “lo que sea, los llamaré Pedro a todos”, broma que no fue tan bien recibida por algunas personas; aunque el incómodo momento enseguida pasó a segundo plano porque el momento más esperado de la noche había llegado: era tiempo de escuchar la famosa “Rude”.
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“Rude” es la canción que los posicionó en el mapa musical, y a la cual le deben gran parte de su popularidad. Toda la gente recordó porqué había venido a este concierto. Confirmaron cómo el pop y el reggae pueden hacer la mezcla perfecta para ponernos a bailar toda la noche si alguien con la actitud correcta te lleva de la mano.
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