Por Fernanda Delgadillo / Columnista Invitada.
Viajar por México es quizá una de las aventuras más completas que cualquiera pueda experimentar; los aromas, colores, sabores, texturas, sonidos, acentos, definen mi país.
Es cierto que hay noticias terribles sobre México, que nos llevan a pensar que es uno de los países enfermos de esquizofrenia pero también hay una parte que lo salva de ello y es justamente sus bellezas naturales las que nos hacen vivir el sueño de un país magnífico y mágico. Aún cuando llego a otro país y al decir que soy mexicana me preguntan sobre la inseguridad, lo recomiendo para viajar, porque también creo que al emitir respuestas positivas se generan buenas vibras para un país que grita que le reconforten el alma y el corazón y porque en cada estado puedes encontrar lo que jamás imaginaste.
Me quedo con el buen sabor de boca de un mezcal, de un mole de Oaxaca, de un pulque, de un tequila, de un amanecer en alguna playa del Caribe y caminar sobre arena blanca que se desvanece como talco. Ver ballenas jorobadas en el Océano Pacífico, escuchar los monos araña en la selva maya, caminar sobre las calles empedradas de algún pueblo mágico y colonial y qué decir de las zonas arqueológicas que empoderan el paisaje de los rincones más enigmáticos de México, todo eso es de las mejores colecciones de experiencias con las que he llenado mi vida.
La comida tradicional mexicana es tema aparte siendo patrimonio cultural de la humanidad declarada por la UNESCO, ¿y es que quién se puede resistir a probar los platillos yucatecos, michoacanos, oaxaqueños de las cocinas mexicanas que aún con pobreza las familias siempre ofrecerán un sabroso platillo?
México es de los países con mayor biodiversidad en el mundo y pocos lo saben, como diría un buen amigo. nuestro país es una especie de pequeño gran continente, estamos rodeados de mares, montañas y ubicados en una zona tropical que es lo que nos permite tener tanta riqueza natural y de la fauna; basta hacer un viaje al pasado para no olvidar la importancia del reino animal, eran seres sagrados, imaginen un México sin jaguares.
Es hogar de muchas culturas indígenas que si les prestáramos atención nos revelarían sabios conocimientos para estar más conectados con la tierra.
No puedo negar que al escuchar el «Danzón no. 2» del compositor mexicano Arturo Márquez me invade la emoción y de pronto lo único que veo es un mosaico lleno de anécdotas por México, paseos a caballo con el paisaje agavero de Tequila, las aguas claras de Cozumel para bucear, la playa de Mahahual para nadar o los ríos de Veracruz para deslizarme o ir de la mano de mi compañero de vida por las playas doradas del Pacífico y presenciar un atardecer en algún pueblo pesquero.
México es un gran lugar para descubrir las bondades de la naturaleza y el ingenio de sus habitantes, me quedo con lo bueno de mi país, con lo malo solo me lleno de tristeza y se me apachurra el corazón pero no quiero dejar de ver ese destello de luz que aún no se acaba y que mucho depende de los mexicanos que sabemos reinventamos y tenemos creatividad y pasión sin límites para resolver los problemas más terribles que puedan pasarnos.
Sigamos descubriendo un país lleno de insólitas maravillas.
Fotos: Thomas Frost Jensen, Ana Gabriela García Montiel, Vero Rodríguez, Jean Morand.
Fernanda Delgadillo / Columnista Invitada. Conectora de mundos, coleccionista de experiencias, locutora y trotamundos. Fundadora del proyecto ecoviajes.tv. Comentarista de viajes en Reporte 98.5 FM, Radio Mil 1000 AM, Ruido Blanco FM, Siempre 88.9 FM, W Radio 96.9 FM. Escribe para la revista MAXWELL, MO magazine y para el blog de La Pareja Viajera. Socia en @PMcrea nómada digital por casualidad, le gustan las artes escénicas, la naturaleza y las acciones solidarias con la humanidad. En Twitter es @FerDelgadilloFM. Página web www.fernandadelgadillo.com.
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