Por Alejandro Glatt.
La intensa lluvia no impidió que rodaran mis llantas para recorrer la colonia Roma y llegar hasta el mítico y legendario El Imperial. Los asistentes se acercaban poco a poco bañados en lluvia, eso sí, con ganas de sacudir las matas y bailar hasta desgarrar sus rodillas.
En el público se podía observar a integrantes de las principales agrupaciones de la nueva camada del indie rock nacional, tales como los integrantes Big Big Love, Railrod, Hey Muchachos! y Gloom. Ansiosos y coreando a gritos, después de unos cuantos minutos los rojos telones se desplegaron y presentaron a los grandes de la noche: nuestros ya compas de antaño Passeig.
Sus primeras rolas calentaron a la multitud haciéndolos olvidar el constante frío y estrés de nuestra ciudad.
Manteniendo a todos sincronizados ya, presentaron un cover que logró sacudir las más de 100 patas presentes: «Dancing queen» de ABBA, la cual marcó el momento cumbre de la noche.
Más tarde, iluminaron los rostros de todo presentando el nuevo sencillo de la banda que trata sobre mantenerse joven y nunca envejecer.
Después de unos cuantos frescos sencillos llegó el momento que todos esperaban, el momento para olvidar los problemas, abandonos y desilusiones; el viral y empalagoso «Normal» sencillo que revoloteó y dejó el piso del recinto en estado de temblorina pura.
En sus últimos segundos de fama, Pedro Vera, vocalista de la banda, se despidió con las siguientes palabras: «Espero y se puedan despertar para sus clases mañana».
Entre palmas y llantos, concluyó una noche real y auténticamente noche fixe (fish).
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