«Ella es Ramona», una ‘gorda’ entrañable

Por Asfaltos.

Ramona es una mujer feliz, sí, pasada de peso, pero feliz. Con un trabajo en el que se le estima, con un sueldo que le cubre sus pequeños caprichos, siempre positiva y con un gran gusto por vestir bien, Ramona es una mujer feliz pero ¿con mala suerte? Su gordura se la ha achacado ella siempre a su mala suerte; misma que, tras una serie de infortunios -para una Ramona un poco supersticiosa-, jugará un papel importante (claro, con ayuda, de un poco de «magia»).

La historia de «Ella es Ramona», película, inició por ahí de 2008 cuando el escritor Beto Cohen concibió un cuento en el que una gordita (de las que se confiesa eternamente enamorado) toma venganza por su mala suerte. Con el tiempo el cuento se pensó como cortometraje, y después, tras una serie de afortunados eventos (¿suerte, de nuevo?) se convirtió en película. A Ramona, eso es seguro, siempre le siguieron la suerte y la «magia».

En la cinta, sin embargo, parece que la suerte de nuestra «gordita» no es del todo la mejor. Señalada por todos, «su gordura» parece jugarle en contra a tal punto que su conocida y obsesiva superstición le hacen apostar por medios «diferentes» para romper con ese innercia que como ya dije, hasta «gorda» nos la dejaron.

La comedia que ayer llegó a cines, es una divertida historia con moraleja clara como destaca su director Hugo Rodríguez. «A mí no me gusta que las cosas no queden claras, si hace falta, pongo una voz en off que lo diga», menciona. Y es que si bien Ramona es una mujer feliz, su entorno, familia y trabajo, se encargarán de recordarle siempre que eso no es posible, «pues gorda…»

Estelarizada por una sorprendente Andrea Ortega-Lee, mejor conocida como Manchita por su trabajo como standupera, «Ella es Ramona» divierte de inicio a fin. Con una estética tremendamente atractiva, llena de color y literalmente plagada de olores y sabores, la protagonista brilla por sí misma con una frescura que le dota a la cinta de una personalidad tremenda. Y es que vamos, que a la pobre Ramona le digan gorda cada cinco segundos no es prueba fácil.

Ahí, en la resistencia de Ramona, se sostiene gran parte de la misma historia. El quitar poder a las palabras que si bien pueden resultar ofensivas, pues al final del día no son mas que simples descripciones de una realidad, es un gran acierto; ya que al ser meramente descriptivas, éstas no conllevan todo el peso de desgracia por el que amigos y compañeros de trabajo juzgan a una Ramona que como dije es ante todo una mujer feliz.

Quedarse sin trabajo de repente y el cansancio de ser juzgada pueden sacar, sin embargo, lo mejor de una Ramona que irá descubriendo que quizá hay algo más allá que simple y llana buena o mala suerte de su lado.

Acompañando a Andrea se encuentra un elenco envidiable, bastando mencionar la presencia de María Rojo y Daniel Giménez Cacho, quienes con su experiencia arropan a Andrea en una cinta que incluye además las actuaciones de Julio Bekhór, Lila Avilés, Leticia Huijara y Johana Murillo, entre otros.

Con un humor negro muy claro, una fotografía deslumbrante y atractiva, el respaldo de una productora como Alebrije Cine y Video encabezada por Mónica Lozano («Amores perros», «Arráncame la vida» y «No se aceptan devoluciones», entre otras), grandes actuaciones, muchos momentos de risa y uno que otro instante de gran emotividad, «Ella es Ramona» es una garantía en cartelera para quien gusta de las comedias inteligentes; no de las de pastelazo, sino de las que permiten salir de de la sala y seguirlas desmenuzando.

 

¿Recomendable? Absolutamente. Por ello, cuando pregunten por la cinta en su sala de cine de preferencia, pidan por «la película de la gorda»: «Ella es Ramona».