#FestivalCuerna: El diseño como herramienta narrativa

Por Fernando García (El Comicólogo).
Enviado especial.

El objetivo principal de El Festival, organizado por Pixelatl, fue atraer a personalidades de la animación, el cine y la industria del entretenimiento en general, para así poder atraer a los jóvenes talentos que se encuentren interesados en esta industria.

Una de estas personalidades que se encontró presente en dicho festival fue Annie Atkins, diseñadora de renombre internacional; uno de sus trabajos más conocidos es “El Gran Hotel Budapest” (Wes Anderson, 2014). «Todo lo que aparece en pantalla», nos explicaba Atkins, «tiene que ser creado y diseñado». Desde el periódico que puede leer un personaje secundario hasta la escenografía y el póster o los diferentes pósters que anuncien la película.

Para quienes no estamos muy familiarizados con la producción necesaria en estas películas, fue muy interesante ver la cantidad de detalle y de trabajo que se tiene al crear el mundo de una historia. Atkins explicaba al público las   intrincadas complicaciones para que una carta maltratada y doblada (en el caso de “El Gran Hotel Budapest”) fuese literalmente la misma grabada escena en escena. Para esta carta se realizaron quince copias para mantener la ilusión de que éstas eran una y la misma.

El trabajo del diseñador gráfico en una producción de esta magnitud es el de “creer en el mundo, para hacer creíbles a los personajes”. Ésto para crear un entorno en el cual los personajes parezcan auténticos aunque no realistas. Esta diferencia es muy importante para todos aquellos que se dedican a contar historias; ya que un personaje no necesariamente tiene que ser “realista”, pero definitivamente sí se puede crear y su entorno tamién para que se vea auténtico.

El diseño al servicio de la historia, y la historia que permite transmitir un mensaje a aquellos que lo vemos. Ese es el trabajo de un diseñador gráfico, crear un mundo auténtico para que los personajes igualmente auténticos puedan contar su historia.