Por Asfaltos.
Hace tiempo, en una fiesta donde encontrar alcohol no era problema, me dejé llevar por las sensaciones. En mi viaje, avanzada la madrugada y a punto de amanecer, me recuerdo abrazado a una morra con la que me besaba desesperadamente. Entre el obvio toqueteo, la calentura, el estado de alteración en el que me encontraba, ¡me detuve! Alterada, la chamaca que apenas hoy recuerdo, me soltó tremenda chachetada: la había cambiado por algo que me había llamado más la atención. Era esa música, ese viaje…
Me acerqué al cuate que ponía música en el lugar y le pregunté por la rareza que escuchábamos. Según yo, hacía algunos minutos, apenas habíamos escuchado las clásicas rolas que ponen en las fiestas de chamacos que como yo sólo buscábamos embriagarnos el fin de semana. «No es nada de esa mierda que estaban escuchando», me dijo mientras me tomaba del hombro, «es un viaje…»
Editado en 1995, el título del álbum que me mostró aquel misterioso DJ era «Malleus crease», y lo firmaba un grupo llamado Humus. Aún recuerdo la imagen que ilustraba la portada de aquel CD que me llamó la atención: una especie de duende -¿enano?- barbón se me quedaba viendo al tiempo que se seguía escuchando aquel primer track. «Se llama ‘Malleus creae’ (obvio tuve que preguntarle el nombre dos, o tres veces, estaba bastante bebido como para entenderle».
Con el paso de los días pregunté desorientado por aquel nombre que pronunciaba y escribía terriblemente mal; desesperado por no encontrarlo, preguntaba a los asistentes de aquella fiesta que me dijeran quién había sido aquel misterioso DJ que puso música aquella fiesta, pero resultaba que nadie se acordaba o lo conocía.
Mi búsqueda terminó en el Chopo, donde después de atinar en el puesto correcto me entregaron una copia del tercer disco de una banda mexicana que se llamaba Humus. «Malleos crease» (1996) era apenas su tercer álbum, y 8 tracks componían aquel viaje que en cuanto pude escuchar me hizo vibrar de emoción.
De la mente viajera de Jorge Beltrán, el hombre detrás de Humus, les dejo con «Malleus crease». La canción, como escucharán, deberán disfrutarla con todos sus sentidos abiertos. Dejen a un lado los prejuicios, y déjense llevar por una rola de auténtico rock progresivo mexicano. Si ponen la atención, y si me permiten continuar el viaje eterno en el que me encuentro cada que le pongo play a «Malleus crease», verán que mi viaje por encontrarme con este track es similar al que nos relata sonoramente la rola.
¡Buen Miércoles nostálgico, banda!
Leave a comment
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.