Las comas son amigas

Por Laura Ramírez.
Ilustración Niña Papalote.

¿Te imaginas un mundo sin comas? Ya te había dicho que necesitamos de los signos de puntuación para hacer pausas en el texto, como cuando respiramos al hablar para no morir asfixiados. Son las comas, las principales responsables de estos espacios.

Desde que te encontrabas en tu saloncito de segundo de primaria “sabes” cómo usarla, ¿no? Al menos de eso podrías jactarte cuando te pregunten si tienes habilidades de redacción. Si hiciéramos un examen en este momento, ¿lo pasarías?

Para que no te gane la ignorancia cuando juegues maratón ni la vergüenza en situaciones sociales, te paso las reglas básicas del uso de la señora coma. Ya con esto, sobrevives, te lo juro.

No te preocupes, no te voy a hablar en tecnicismos. No voy a tratar los términos que la Real Academia de la Lengua Española utiliza. Esto va a ser en corto, amable y sin dolor. Es como una guía rápida sin lágrimas para usar bien la coma.

1.  La señora coma se usa para separar palabras, frases y oraciones consecutivas.

Por ejemplo:

En la esquina había borrachos, prostitutas, vagos y señoras decadentes.

2.  Cuando cambias el orden de una oración, utilizas la señora coma.

Por ejemplo:

Con enfática alegría, el caballero bebía su Tonayán.

3.  Cuando te refieres a alguien, por su nombre, en una oración.

Por ejemplo:

Filiberto, tu patito de hule se está ahogando en la bañera.

4.  Para cosas que unan a una oración.

Por ejemplo:

No tenemos comida en el refrigerador, por lo tanto, moriremos de hambre.

5.  Para aclarar algo.

Por ejemplo:

Se la dejó caer enterita, es decir, ya no hay nada qué hacer.

Espero que esta bonita guía de uso de la señora coma te sirva en tu vida cotidiana. Así, dejarás de escribir oraciones interminables, sin separación, sin control y sin detenimiento. Para que tu redacción fluya por el universo sin problemas.

Las comas son amigas.