El rock mexicano más vivo que nunca en el #SOMOSROCKFST

Texto por Juan Carlos Ríos.
Fotos por Nicole Menchaca.

La escena del rock mexicano ha evolucionado con el paso de los años, sin embargo, la esencia musical y el prevalecimiento en distintas generaciones parece permanecer intacto. Es por ello que el #SOMOSROCKFST decidió reunir importantes bandas como CUCA, Víctimas del Dr. Cerebro o Tijuana No! en un escenario alrededor del cual se pudiera revivir una emblemática etapa en la historia del rock nacional.

De derecha a izquierda, Alejandro Otaola, José Fors y Carlos Avilez de CUCA.

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El evento se llevó a cabo el pasado sábado en la Carpa Astros de la Ciudad de México, y aunque las bandas más grandes del cartel se presentaban en la noche, desde las dos de la tarde el escenario alterno lucía lleno de gente y de música. Bandas locales como Querétaro Beach, Vadrock y Golden Robots se encargaron de tocar los primeros riffs del festival, recordándole al público que lo que vivirían a lo largo del día sería rock y nada más.

Estoperoles, cuero y cerveza abarrotaban ya la explanada del escenario que dio lugar a la presentación de Hilo Negro y Motor, bandas que continuaron con el objetivo de encender a la gente y lo lograron a partir de estridentes vocales y solos de guitarra. Orka fue el conjunto encargado de cerrar la carpa alterna, y a pesar de tener contratiempos con diversos elementos del escenario, consiguieron tocar un set que no decepcionó a nadie.

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Fue entonces que la gran carpa abrió sus puertas y el Clan, banda de rock gótico, hizo sonar las bocinas del lugar que alguna vez funcionó a manera de circo. Cuarenta minutos de poderosas líneas de bajo y misterio culminaron con la ovación del público, que esperaba ansioso el siguiente acto.

Llegó el turno de Ecos de Santa Sabina y desde el primer momento, los asistentes se brindaron de lleno a la banda. La música estuvo acompañada todo el tiempo por la voz grabada de la mítica Rita Guerrero, recordada a lo largo del set por la banda y por los propios asistentes al grito de “¡Rita! ¡Rita! ¡Rita!”. Antes de concluir, Ecos invitó a José Fors a interpretar un par de canciones que le darían un cierre perfecto a lo que aún logra conservar intacta la esencia de Santa Sabina.

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La energía se encontraba a tope y Tijuana No! se ocupó de llenar la carpa con ska de alto nivel. “Sin tierra” y “La vaca” fueron las primeras canciones que al ritmo de los metales y los teclados, sonaron en las gargantas de los asistentes. Mensajes de protesta en contra de la desaparición forzada de personas y del maltrato a inmigrantes en los EE. UU. funcionaron como marco para que los fronterizos concluyeran su presentación con “Pobre de ti”.

Víctimas del Dr. Cerebro saltaron al escenario y de inmediato la gente se volvió un paciente más del afamado doctor. El Ranas, Abulón y el Chipotles llamaron al público al caos, y el slam fue la respuesta a ello. Máscaras, líquidos volando y empujones fueron el común denominador de una gran presentación que culminó con la carpa moviendo el esqueleto.

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Por último llegó CUCA, que al ritmo de “Todo con exceso” y “Arre Lulú” llevaron a los espectadores de vuelta a los 90. Personas de todas las edades, incluido alguno que otro pequeño, entonaron al pie de la letra las canciones que José Fors y compañía hacían sonar por medio de los micrófonos. Tras una larga pero exitosa exhibición musical, fue tiempo de “La balada” y “El son del dolor” que sirvieron como broche de oro perfecto para un memorable día repleto de rock mexicano.

Foto de portada: Daniel Flores «El Ranas» de Víctimas del Dr. Cerebro.