‘1.2’, de Eufemia

Por Asfaltos.

Un largo recorrido nos lleva hacia el lejano 1998, tiempo en el que un grupo originario de Ciudad de México hacía su primera presentación. Influenciados por los sonidos pesados de inicios de la década de los 90, los chicos de Eufemia dieron un gran salto al año siguiente cuando abrieron el concierto de otro grupo similar a ellos: Guillotina. Había comenzado la historia de Eufemia.

Con muchos cambios en su alineación, desde el inicio mismo de la banda, Kike Vargas (voz y guitarra), Charly Cervantes (batería) y Héctor Vargas (bajo) terminarían consolidando la primer alineación sólida de la banda con la cual poco a poco se fueron haciendo de un nombre hasta lograr despuntar en un concurso de bandas organizado por la hoy extinta Órbita 105.7 FM.

Después de eso, aunque no ganaron, vino la producción de su primer álbum que los llevó a tocar a sitios como Palacio de los Deportes y Foro Sol. Entre los grupos con los que participaron se encuentran los Catupecu Machu y El Otro Yo, proyectos argentinos que acompañaron en giras, y sí, el grupo que recordé la semana pasada, Pastilla.

El recuerdo de hoy, lleno de nostalgia, nos lleva nuevamente diez años atrás en el tiempo, cuando «Compresor» (2006) vio la luz colocándose pronto como uno de los álbums más queridos por los seguidores; salpicado de tristeza y con esos aires que tanta influencia les otorgaron a principio de su carrera.

«1.2.», en cuyo videoclip pueden ver por cierto a una diez años más joven Ximena Sariñana, es la melodía con la que recuerdo hoy a uno de esos grupos que hicieron gritar y saltar a toda una generación.