‘El sonido de tu voz’, de Chetes

Por Asfaltos.

¿Quién me hubiera dicho que diez años después tendría la oportunidad de sentarme con el músico creador de uno de mis álbumes favoritos? El «Blanco fácil» (2006) de Chetes me acompañó en mis años de universidad, cuando vivía momentos muy intensos en los que como cualquier chico el amor, los amigos, la fiesta y la música lo eran todo. Pues bien, ayer justamente me sentaba con Chetes para tener una breve pero muy sabrosa charla que pronto les compartiré; sin embargo, casi al final, apurado porque ya se me acababa el tiempo de hablar con él, no me resistí a lanzarle una última pregunta sobre una de esas canciones que me marcaron para siempre: «El sonido de tu voz».

Incluida en el «Blanco fácil», material que suelo regalar a quienes han formado parte especial de mi vida, «El sonido de tu voz» me atrapó de inmediato. Ese sonido de la música mariachi, acompañado del distintivo tono de voz del regiomontano Chetes, hacen de «El sonido de tu voz» una canción preciosa en la que un enamorado le canta a su amada, quien en algún lejano sitio seguramente le escucha, que en efecto… extraña el sonido de su voz.

Simple en la letra y la melodía, «El sonido de tu voz» no fue en un inicio bien aceptada, como me confesó el propio Chetes. «Ese tema lo había hecho para una película que luego no entró y me seguía gustando; luego la quise meter en el disco porque se me hizo padre como hacerla así mariachi o como otra cosa. Es rara, porque cuando la saqué en el disco hubo mucha gente que la criticó: ‘que no, esa no’, ‘la cagaste’, ‘el disco está bonito pero esa es…’, ‘¿querías ser Luis Miguel?'»

Se lo dije sin chistar, «a mí me gusta mucho esa canción, es una de mis favoritas»; Chetes sonrió. «Al paso del tiempo he visto que a mucha gente le gusta y eso se me hace muy interesante, ¿no?, que a la gente como que le ha gustado más con el paso del tiempo. Incluso yo invité a mi papá a tocar esa cancion en la guitarra; el riff de al principio de la guitarra eléctrica es mi papá tocando la melodía que hace como un sonido vintage, como de una guitarra Jaguar. De hecho la sigue tocando en la casa y me dice, ‘es que está muy buena esta pieza’, y la toca él solo y la canta. Me acuerdo también que un tío que no tiene nada que ver, me dice: «oye, oí tu disco y está bien, ¡pero esa es la mejor que has hecho en tu vida!».

Esperen pronto la charla con Chetes, quien sigue en promoción de su más reciente «Stereotipos» (2016). Yo, por mi parte, agarro la cobija de la nostalgia y me voy a acostar con «El sonido de tu voz»; la canción y el sonido de ella, de la voz de aquella morra a quien alguna vez le canté «El sonido de tu voz».