Por Chris Moreno.
En tiempos prehispánicos fue conocido como Cocomacán “Lugar donde cazan tórtolas”, para luego obtener el grado de “ranchería”, llamándose: San Cristóbal; a finales del siglo XVIII consiguió la categoría de “pueblo”, denominado: Pueblo Nuevo de los Dolores. En 1947 obtuvo su nombre actual: Dolores Hidalgo, Cuna de la Independencia Nacional.
La plaza principal del lugar, conocida como “El jardín”, yace frente a la imponente parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, edificación de cantera rosa concluida en 1778 con estilo barroco; célebre, porque la madrugada del 16 de Septiembre de 1810, desde el pórtico de la misma, Miguel Hidalgo y Costilla replicó las campanas para convocar al pueblo a levantarse en armas, hecho que a la postre, sería conocido como el inicio de la Independencia de México.
En el mismo primer cuadro, se pueden disfrutar de un sinfín de atracciones, como el monumento en bronce para Miguel Hidalgo, el retoño del árbol de la noche triste, con todo y la representación de Hernán Cortes llorando. Asimismo, Dolores es el lugar ideal para disfrutar nieves de los sabores mas inverosímiles, tales como aguacate, mole, chicharrón, tuna, camarón, elote, tequila o cerveza, siendo extrañamente éstas dos finales, las más solicitadas.
A un costado, se encuentra la Casa de Abasolo, lugar de nacimiento del insurgente Mariano Abasolo y sitio de hospedaje de personalidades de la talla de Benito Juárez o el emperador Maximiliano.
En Dolores también inició la vida de uno de los cantautores mexicanos más importantes: José Alfredo Jiménez. El autor de “Caminos de Guanajuato”, “Paloma querida” y auténticos himnos como “El rey” y “Si nos dejan”, entre otras, también goza de una avenida que lleva su nombre, misma que funciona como centro de venta de piezas de cerámica artesanal, alfarería y mosaicos, actividad en la que dolores es líder nacional.
En las cercanías del primer cuadro se puede disfrutar del Monumento a la bandera; La parroquia de la Asunción; el Templo de la tercera orden, uno de los inmuebles religiosos más antiguos de la ciudad; El Museo de la Independencia Nacional, edificio que fungió como cárcel colonial y de donde el mismo Hidalgo sacó a los presos para invitarlos a ser parte de la causa; y La Casa Museo de Hidalgo, que fuera la casa del ilustre personaje.
A los costados de la ciudad se puede apreciar la mega-bandera, una monumental bandera mexicana de 100 metros de altura; el impresionante Monumento a los Héroes de la Independencia y el Mausoleo de José Alfredo Jiménez en el panteón municipal, un enorme sombrero del que emerge un colorido sarape, el epitafio: “La vida no vale nada”.
Ya lo dijo José Alfredo, “allí nomás tras lomita, se ve Dolores Hidalgo”, sitio donde se respira la historia, desde el año 2002 forma parte del programa “Pueblos mágicos” y es una joya digna de conocer.
Fotos: Christopher Rose, Lucy Nieto.
muy buen escrito!
¡Muchas gracias por tu comentario Alina! Esperamos sigas visitando nuestro sitio. ¡Saludos!
dolores hidalgo esta bien chidote, yo voy a ir en vacation
Es un lugar mágico, sin duda, ¡gracias por tu comentario !;)