Por Asfaltos.
Por tiempo me es muy difícil ir al teatro, cosa que lamento profundamente porque es una de las disciplinas artísticas que más disfruto. Por eso, cuando acudo, lo hago con todo el gusto del mundo. El teatro hay que vivirlo, se trata de una experiencia única en la que el espectador es cómplice de acciones y emociones que son presentadas sobre un escenario; de actuaciones en vivo que se nutren del entorno en el que se ejecutan.
Hace unas semanas me lancé al Foro Shakespeare en la calle de Zamora, número 7, en la colonia Condesa de la delegación Cuauhtémoc en la Ciudad de México, para presenciar la función para prensa de «Pasión en presente». Si bien como sucede en muchos de los eventos pensados para la prensa me hicieron llegar la información y el cartel oficial, decidí como siempre no prestarles atención y dejarme llevar por lo que se presentaba.
En escena una actriz, sobre el escenario dos sillas y una caja, una pantalla al fondo y la pregunta de cómo me llamo previa al entrar al foro. Me siento y de repente inicia todo. Parece un ensayo, pero no, la puesta acaba de empezar; de repente, un miembro del público alza la voz y discute con la actriz: ha comenzado. Estoy presenciando una obra, pero también una suerte de ensayo, y conforme avanza la trama, hasta un cortometraje; todo en uno.
El nombre del director y autor al que los dos actores mencionan también a lo largo de la propuesta, es Israel León Fajer. Cuando lo saludo se presenta como investigador artístico y cineasta, lo cual se nota en su propuesta escénica; estudió Comunicación y la Maestría en Prácticas Escénicas, eso sí lo investigué. «‘Pasión en presente'», me cuenta, «la pienso más que como una obra de teatro, como una propuesta escénico-cinematográfica que intenta reflexionar en torno a los afectos».
Con un vaso lleno de vino que me ofrecieron y con el estómago vacío, me senté a platicar con Israel sobre su propuesta. «Empezó como una investigación escénica que hice en la maestría. Yo estaba muy interesado en el tema de los afectos y la relación del director y los actores, y de cómo los afectos se van desarrollando en esa relación pueden convertirse en un trabajo creativo o en un trabajo artístico». Le doy un sorbo al vino y pruebo unos bocadillos que hicieron para la convivencia posterior. Todos los que forman parte del proyecto bromean entre sí y se la pasan bien. «Empecé un proceso con actores sobre ejercicios de vínculo, desarrollar dinámicas como de afectos, y tratar de ir investigando qué pasaba en esa relación para ir construyendo un producto artístico, en este caso una obra de teatro.»
La propuesta que observé hace unos minutos es compleja y ambiciosa. Salta del escenario a las butacas, y de las butacas al escenario. En la pantalla al fondo se presentan imágenes que complementan la experiencia. Escribir para teatro es difícil, pero hacerlo pensando en un concepto multimedia como el de «Pasión en presente», lo es aún más. «La verdad es que es mi primera incursión en el teatro, porque yo vengo del mundo del cine. De hecho el texto de ‘Pasión en presente’ está escrito en un formato cinematográfico, cosa que para los actores fue un poco difícil porque no están acostumbrados, son actores de teatro». La intensión, me dice, era cuestionar e incorporar el lenguaje cinematografico en la escena, «para repensar lo que es el teatro hoy en día, en 2016, y lo que es el cine» también.
Sentado lo más atrás del foro que pude, me di cuenta que los actores en las imágenes en video no son los mismos sobre el escenario, aunque sus vestuarios concuerdan. Son los mismos personajes, pero por cuestiones de tiempo, del largo proceso de creación del proyecto, no se logró cuadrar a los actores pero no importa, sin querer el pequeño problema se reincorporó de manera coherente en el discurso escénico. «Trabajé la parte audiovisual como la máscara, la máscara de los actores que sí están en escena. Al final los personajes son los mismos, solo que son simplemente interpretados por diferentes actores. Siento que todo enriqueció muchísimo al proyecto, tener ese distanciamiento con la imagen a partir del símbolo de la máscara.»
Acabo la breve charla con Israel y le doy un sorbo grande a lo que me quedaba de vino en el vaso… Sí, era mucho y me mareé un poquito. «Debí servirme menos», pensé para mí. «¿Y bien, qué te pareció la obra?», me preguntó ya off the record el mismo Israel. «Bien, me gustó, lo pasé muy bien», le contesté seguido de un apretón de manos y mi despedida. Ya en el camión pensé que no le comenté el porqué de sentarme hasta atrás: es por si «invitan» a alguien del público a subirse al escenario, cosa que sucedió. Por cierto, mi nombre apareció en los créditos de la propuesta confirmando que en efecto estuve en una obra, en una ensayo y en un cortometraje; todo en uno.
«Pasión en presente» se presenta este último jueves de julio, y todos los jueves de agosto de 2016 a las 20:45 horas en el Espacio Urgente 2 del Foro Shakespeare (Zamora #7, Cuauhtémoc, Condesa, Ciudad de México). El elenco lo conforman Gisela García Trigos, Sonia Seman y Daniel M. Cervantes en escena; Ana González Bello, Diego Garza y Alfonso Dosal en pantalla. Boletos a un costo de $280.00 a la venta en taquilla, y a través del Sistema Ticketmaster.
Imágenes cortesía de Pa’ Letras.
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