Ana Paula tiene 11 años y es una verdadera estrella del basquetbol. A su corta edad ya está dentro del ranking de las 20 mejores jugadoras seleccionadas por Jr. NBA. En su familia ya se habla de becas deportivas en instituciones educativas de alto rendimiento.
Ella es una niña que por ahora, disfruta dedicándole su tiempo fuera de la escuela al deporte. Si Ana Paula quisiera dedicarse profesionalmente al basquetbol y competir en torneos internacionales y quizás, en los Juegos Olímpicos, podría hacerlo perfectamente. Es probable que sea una ilusión para ella. ¿Se lo permitiríamos?
Lo pregunto en plural como sociedad, como país y como habitantes del mundo. El rol femenino en torneos mundiales ha sido un camino difícil hacia la equidad, pero todavía no es un logro. ¿Cómo le vamos a decir a Ana Paula que aunque gane muchos premios, no va a salir en las noticias? ¿Cómo le vamos a explicar que si llega a salir va a ser abordada desde su belleza física, o bien desde sus atuendos?
Estos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 son los que más atletas femeninas han convocado en la historia, con cerca de cuatro mil 700 mujeres compitiendo, formando un 47 por ciento del total de deportistas. Sin embargo aún falta mucho por hacer para que las mujeres sean tomadas absolutamente en serio como profesionales en cualquier deporte que decidan elegir.
Lamentablemente, los medios de comunicación ocupan sus espacios al hablar del deporte femenino para llenarlo con información no relevante. Basta ver las coberturas que dan a voleibol de playa para darnos cuenta que algo no está bien en el tono y acercamiento hacia las disciplinas con categorías femeninas.
De acuerdo con el sitio Attn, los comentaristas deportivos hablan dos veces más sobre la apariencia de las mujeres deportistas que de la de los hombres. ¿Cómo es que se vuelve más relevante la apariencia de una atleta que su desempeño? La elección editorial del ángulo en el que se va abordar una noticia de este estilo deja mucho que desear, pero sigue siendo una fórmula que funciona bastante bien.
Una de las razones por las que esto sucede, es por la cantidad de reporteras femeninas que hay en los espacios deportivos. En Londres 2012, solamente el 21 por ciento de los periodistas de medios olímpicos era femenino. Y de estas mujeres, algunas solo estaban presentes como adornos del set para subir el rating de espacios televisivos.
Cuando Ana Paula concurse a nivel mundial frente a otros países con la selección de basquetbol mexicana, quiero que la tomen en serio por su trabajo atlético. Cuando esto suceda, quiero que los medios no solo la señalen como un número más en el medallero, quiero que le den la misma cobertura que ofrecen a las categorías masculinas. También quiero que nadie hable sobre si es lo suficientemente guapa ni que le pregunten sobre su outfit. Quiero que sea reconocida por su trabajo y esfuerzo.
¿Cómo te gustaría que los medios trataran a las atletas femeninas? ¿Qué cosas podemos cambiar para que más mujeres sean tomadas en serio?
Con información de: ATTN, Feminist.org, Jr. NBA y «Las mujeres deportistas en la prensa«.
Imagen de: Carlos A. Rubi Molina.
Laura Ramírez Delgado. «Feminismo pop». «Lo que sea por una vida mejor» es mi mantra. Soy comunicóloga por el Tecnológico de Monterrey y algún día pisé la UNAM para estudiar Letras Inglesas. Fundé Funkrea en complicidad con un ingeniero y hoy sobrevivo a un MBA en EGADE Business School, con las Dr. Martens bien puestas. Soy aficionada al fútbol con corazón azul y piel dorada. Se me considera una rockola humana con el gusto musical más raro del universo. Rescaté a Perrecito, quien es mi compañero de aventuras. No funciono sin café, soy feminista y también Batman.
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