Por Ligiaele.
La cruda moral que sentimos varios de los mexicanos el 9 de noviembre de este muy complicado 2016, me hizo recordar una de las historias de superhéroes que más me han dejado emoción por lo maravilloso de su historia; pero que también a su vez me ha hecho reflexionar y pensar en nuestro entorno social, en las libertades que gozamos y en la responsabilidad y peso que tienen nuestras decisiones y en cómo pueden llegar a influenciar y afectar a otros. Esta historia tiene una crítica social al capitalismo, desafortunadamente nuestro actual eje.
Publicada en 2013 y escrita por uno de los que considero es uno de los mejores escritores actuales, Mark Millar -con el apoyo desde luego del excelente arte de Dave Johnson-, «Red Son» se compone de 3 entregas: «Red Son Rising», «Red Son Ascendant» y «Red Son Setting».
Mark Millar tomó a uno de los íconos más famosos de Estados Unidos -quizá tan sólo detrás de Mickey Mouse-, el hombre de acero Superman, y lo cambió de accidente geográfico, modificando tan sólo dos horas su trayectoria y estrellando su nave en una granja no de Kansas sino de Ucrania, en lo que aún se conocía como la Unión Soviética. Este nuevo Superman creció con la ideología comunista y al servicio de Stalin. Los colores del tradicional uniforme de Superman cambian a tonos grises y rojos, y en su pecho el emblema no es el de su familia, sino el del comunismo, la hoz y el martillo. Seguramente si Diego Riviera hubiese conocido a este Superman, también estaría plasmado en el mural del vestíbulo del Rockefeller Center.
Estados Unidos por supuesto se alarma tras las primeras apariciones de ese hombre indestructible, y con el temor de una amenaza de ataque con esa arma rusa, el pánico los inunda y recurren al más destacado e inteligente científico, Lex Luthor, quien trabaja en S.T.A.R. Labs para pedirle el desarrollo de un arma y así poder contrarrestar el posible daño y caos al que se enfrentarían.
Ensimismado en su ego, Lex Luthor lo toma de manera personal tras un fallido primer intento en el que se percata que además se enfrenta a una mente no solo fuerte, sino brillante, por lo que va creando varios experimentos, situaciones y personajes, que si usted amable lector ha leído varias historias de Superman, le serán familiares, de lo contrario simplemente conocerá al menos a 4 de los enemigos a muerte del «hombre de acero».
Superman por su parte lucha a favor de Stalin y de la expansión del Pacto de Varsovia, encontrando como aliada a la princesa de las amazonas, Diana, quien desde entonces es considerada como una luchadora social y embajadora de la paz.
Stalin, poco antes de ser asesinado (y esto no es spoiler ya que es parte de nuestra historia), desea que Superman sea su sucesor ya que para él no existe nadie más capaz para seguir gobernando la Unión Soviética; ésto le genera envidia y odio a Pyotr Roslov, hijo ilegítimo de Stalin, y quien dañará a otro ser humano permitiendo la existencia en esta historia de un tal Batmankoft, el anarquista.
También podremos ver entre los mosaicos cameos de varios de los superhéroes de la Liga de la Justicia, así como la aparición de una versión de Green Lantern que considero de las más audaces.
Una lectura muy interesante, posiblemente considerada un clásico de nuestra mitología moderna, para reflexionar acerca de las utopías y de cómo el deseo de unos por encima de los derechos de todos pueden llevarnos a la destrucción y caos, o también el querer el control absoluto y la perfección que terminan generando descontento.
También creo que esta historia le da total sentido a la frase: «Debemos entender nuestro pasado para tener un mejor presente».
“¿Por qué no pones a todo el mundo en una botella, Superman?”.
Esta nota se escribió escuchando «American Idiot» de Green Day.
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