Por Asfaltos.
No hay mejor transporte en la capital mexicana que el Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México, Metro. Sí, desde luego que tiene sus defectos, pero si se ponen a pensar es de antemano el transporte público más rápido de la capital, y sin duda uno de los mejores conectados. Que somos muchos, sí; que no llega a todos lados, también. Pero eso, en una ciudad que sigue creciendo y creciendo, es normal. En fin, andaba yo en esos debrayes cuando de pronto sentí un escalofrío, uno que me hizo recordar la canción que les comparto hoy.
Conformado por Roberto Reséndiz en la guitarra, Gonzalo Olvera en la batería, Juan Banda en el bajo, José Manuel Ramírez en la guitarra y Raymundo Uribe en la voz, Interpuesto es el nombre del grupo responsable de la canción «Fantasma eléctrico». La historia de Interpuesto, que recibe por cierto su nombre tras la canción «Break on throug» de The Doors, se remonta a 1990 cuando Roberto y Gonzalo deciden empezar la agrupación.
Con apenas un demo grabado, la historia de Interpuesto dio el salto cuando a finales de 1990 lanzan su primer álbum titulado «Maestro de la noche», en el que se encuentran éxitos como la propia «Maestro de la noche», «Diabólica» y «Me olvido», entre otras. El álbum colocó al grupo en una situación inmejorable que les puso de inmediato en el cartel de los grandes grupos de su época.
En 1991 sucederían una serie de cambios que comienzan con el abandono de Raymundo y Juan Manuel del proyecto, para pronto unir los talentos de Miguel Rojas y el nuevo vocalista Juan Banda. Desde entonces los cambios no dejarían de sucederse en la alineación de un grupo que a pesar de ello siguió aumentando su fama, hasta precisamente 1997, año en el que presentan su álbum «Fantasma eléctrico», en el que se incluyen canciones como «Quien te cantará», «Otra canción» y desde luego «Fantasma eléctrico».
«Fantasma eléctrico» se puede interpretar de diversas maneras, sin embargo, para mí en ese momento de escalofrío en una de tantas estaciones del Metro, me hizo acordarme de aquellas botas viejas que «deambulan por los andenes, esperando impaciente una cita con la muerte, solo Dios sabe»… Seguro, en cada viaje que tomamos por el Metro, deambulan muchísimos fantasmas eléctricos, los que murieron antes de los tiempos del transporte público, y los que lo eligieron a éste como su verdugo eléctrico también.
Foto: Carlos Álvarez.
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