Por Asfaltos.
He de confesarme primero como un no seguidor de las películas de vampiros, salvo honrosas excepciones como «Nosferatu». Lo siento, lo mío, lo mío, no son los colmilludos quienes al más mínimo contacto con el sol, desaparecen. La aclaración es, de entrada, necesaria antes de abordar la reseña de la película «Inframundo: Guerra de sangre». ¿Ustedes han visto alguna de las cuatro películas que le preceden? ¿Es esta la primera a la que le entrarían? Calma, pasen a leer y saquen sus propias conclusiones.
Yo soy de los que no habían visto una película de la serie «Inframundo», iniciada en un ya lejano 2003 bajo la imaginación de Danny McBride, Kevin Grevioux y Len Wiseman. «Inframundo» es básicamente la historia de la guerra entre los aristócratas vampiros, y los brutales y marginales licántropos (hombres lobo, pues). Un buen amigo con el que vi la película me decía: «es como si ‘Crepúsculo’ conociera a ‘Matrix'», y sí, aunque mas bien solo a «Matrix», pues «Crepúsculo» en libro saldría publicado en 2003 y en película sería estrenada en 2008, mientras que «Inframundo» vería la luz en 2003. El caso es que la influencia «Matrix» resultaba más que evidente.
Para esta quinta entrega, para alguien que llega «vírgen» a su primera vez, no hay mucho que temer. En un resumen previo que nos cuentan de manera un tanto rápida lo que sucedió en las cuatro cintas anteriores (tengo entendida que una de ellas es una precuela de la primera), el espectador logra entender la trama en la que se encuentran los personajes, sobre todo la principal Selene, interpretada por la bellísima Kate Beckinsale.
Selene, después de años de guerra, es atacada por un grupo de licántropos que buscan secuestrarla para investigar la ubicación de su hija producto del amor entre ella y un hombre lobo. En algo que no creo que sea un estropeo, pues se tratan de los primeros minutos de la película, Selene logra salvarse con ayuda de otro vampiro que acude a ayudarle, y ahí es donde empieza la aventura.
Peleas veloces e inverosímiles en una cinta que hay que ser ciertos, no se debe de tomar muy en serio. Actuaciones acartonadas pero con un ritmo veloz que no dejará parpadear a quienes lo que quieren ver son escenas vertiginosas de batallas muy al estilo de los videojuegos. Por cierto, al final me quedé con esa sensación, la de haber visto mas bien un videojuego, y no tanto una película. No la estoy denostando, solo la estoy describiendo.
La historia pasa a segundo plano. Acá lo que se tiene que hacer es dedicar tiempo a las batallas, poner atención a las muertes y a la constante presencia de la sangre. Sí, visualmente la cinta puede resultar espectacular, aunque en mi opinión un tanto anticuada. Otro punto, apuntado por cierto por mi vecino de butaca, era que en efecto la cinta era tan oscura que habría que ver cómo funciona ésta en 3D. Yo la vi en 2D y no tuve problemas, aunque acepto que la cinta sí es bastante oscura.
Además de la ya mencionada Kate Beckinsale quien interpreta a Selene, aparecen también en escena Theo James como David y Charles Dance como Thomas; estos últimos repitiendo papeles que han tenido en cintas anteriores. También se suman los talentos de Tobias Menzies, Lara Pulver y Bradle James. La cinta la dirige Anna Foerster y la escribe Cory Goodman.
¿Palomera? Absolutamente. No seamos duros, la cinta cumple con su objetivo, y seguro encantará a los fans. Igual gustará a quienes les agradan los vampiros, y a quienes gustan de las peleas estilo «Matrix», y hasta a quienes les encantan los videojuegos. A quienes no comulgen con alguno de los pasados escenarios, que mejor no se acerquen.
«Inframundo: Guerra de sangre» estrena mañana viernes 2 de diciembre en cines de nuestro país.
Con imágenes cortesía de Sony Pictures Entertainment.
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