#HoyToca: 5 rolas más para pasar el día empiernado

Por Asfaltos.

Y cómo no, a última hora, me encuentro escribiendo esta columna quincenal que no puedo mentirles ciertamente ha sido una delicia (en todos los sentidos, if you know what I mean), pero también ha sido complicada de entregar por mis tiempos cada vez más escasos. Sin embargo, como buen hombre de palabra, acá una nueva entrega de #HoyToca, y como los días son fríos y las lluvias vuelven a amenazar, ¿por qué no un listado más de buenas rolas para empiernarse y jugar un poco?

Estimados lectores, de ambos sexos, ¿a ustedes cómo les gusta el sexo? ¿Suave y amoroso, rudo y alocado? Es cierto, que como siempre, hay momentos para todo. Y es que el arte del sexo, jamás mejor dicho, depende de diversos factores entre los que intervienen de entrada los dos, tres, cuatro, cinco o los sujetos que tengan que intervenir, y después, otro varios como el lugar, la luz, el piso, la cama, el sillón, la mesa, el momento, la música…

Alguna vez me tocó una morra que se molestaba cuando ponía música. Su razonamiento era lógico. A ella, lo que le gustaba, era el silencio invadido paulatinamente por los gemidos, los sonidos guturales, las frases sucias al oído. Pero también me ha tocado la morra que gusta del ruidero, para poder gritar a gusto, para inspirarse y bailar sobre uno, cuerpo a cuerpo. ¿A mí…? A mí me gustan ambas, porque como ya he mencionado, depende del momento.

Por eso, para que usted, estimada o estimado lector o lectora, tenga repertorio musical que elegir para ese momento íntimo, a continuación 5 rolas más para pasar el día empiernado. ¿Comenzamos?

«Stray Cat Blues Beggars Banquet», de The Rolling Stones

No podría ser de otra manera, los Stones tienen que estar en una lista así, sí, o sí. Y es que de entre las muchas canciones que podrían musicalizar perfectamente el acto sexual, por decirlo menos prácticamente toda su discografía, me decanté en esta ocasión por una muy poco conocida. Sí, al escuchar la canción, aún sin poner atención en la letra o entenderla, queda claro que nos encontramos frente a un ejemplo perfecto del sexo más animal posible; ese que es sucio, sudoroso.

«Escucho el click-clack de tus pies en las escaleras. Sé que no eres ninguna miedosa, cariño. Habrá una fiesta si solo subes las escaleras, pero si no es algo de vida o muerte, no es ningún crimen capital», comienza cantando un Mick Jagger que ya de entrada nos imaginamos con qué imágenes en mente escribió la letra. ¿Crimen capital? ¿De vida o muerte? «Puedo ver que tienes 15 años, no, no quiero tu identificación», ya, todo queda claro, Jagger, por lo menos en esta canción, está provocando a alguna groupie menor de edad a saltar en su cama. No hay duda del porqué la canción no es tan difundida (incluso censurada), pero si la ajustamos a dos individuos mayores de edad, ¿a poco no queda bien para cualquier situación de irrefrenable sexo sin control? Sí, yo digo que sí.

«Heart Attack and Vine», de Tom Waits

La musicalización no podría ser mejor, con un sax y un órgano dándole color a la rasposa y sensual voz de Tom Waits, el combo sonoro de «Heart Attack and Vine» resulta perfecto y alocado para una rola que bien podría servir de antesala para el «platillo principal». Deambulando entre ritmos pausados y acelerados, como el vaivén mismo de un buen performance sobre la cama, no queda duda que una de las insinuaciones más claras de la rola es la de un perfecto cunnilingus para ir -literalmente- calentando las cosas.

Pantalones en fuego, ataque cardiaco, vino, una probada de locura y hasta un Dios bebido, son parte de las palabras clave que recita un Tom Waits casi hipnotizado por aquella «muchachita de Jersey con la mirada en la cima» que él mismo apuesta que «aún es virgen, aunque sólo tiene veinticinco o veintinueve». Aguanten, eso sí, hacia el final de la rola y del momento, porque esto apenas es el comienzo, y no, no queremos que alguien llegue antes de tiempo…

«The Outlaw Torn», de Metallica

¿Sexo rudo? Del «Load» (1996) de Metallica, sin duda la madre de todas las discordias en la carrera de estos músicos, quienes por cierto, añadieron un cambio de look que desconcertó a sus seguidores en ese entonces, rescato una rola que destaca por buena (hablo de la rola). Me refiero a «The Outlaw Torn», una melodía que bien podría funcionar como una declaración de amor sucia, directa y que solo lleve a la cama… vamos, sin tanta mugrosa cursilería, a lo que se va, a esa atracción animal que todos alguna vez hemos sentido, no se hagan.

Y es que tampoco seamos tan apretados, con aquel inicio tan claro, no resulta loco pensar que ante todo hay un romance muy primitivo en una rola donde se confiesa que toda la vida entera se ha esperado por alguien, pero también, que la mugre y la marea se conducen por esa misma persona. Sin embargo, y como todo tipo rudo tiene también su «corazoncito», «duele» encontrarse con el hecho de que al final se trata de una rola de despechados, donde sí, al final, algunas palabras dulces terminan por descubrir los verdaderos sentimientos. «Y cuando empiece a deshacerme cóseme todo junto, sálvame. Y cuando me veas contonearme, recuérdame lo que dejó este marginado desgarrado», vaya, al final sí hay cursilería, pero adornada con ritmos y palabras rudas.

«Loverman», de Nick Cave & The Bad Seeds

Es cierto que todavía a algunas, y algunos también, les da un poco de asco el sexo oral… no lo entiendo, no hay razón. Ciertamente hay gustos para todo, pero si no se prueba, si no se practica, no puede uno saber si es o no para uno. De cualquier modo, si su pareja en cuestión se resiste, y aún con la canción de Tom Waits no hubo forma de convencerle, ¿qué me dicen de «Loverman» de Nick Cave & The Bad Seeds para apoyar a la causa? Incluida en el «Let love» (1994), «Loverman» es perfecta para la estimulación oral, y me refiero a ambas, la del convencimiento y la de la práttica.

En traducción de Rubén Martín, que pueden leer aquí mismo, queda muy clara la virtud lírica de una rola que es definitivamente un clásico. «Hay un diablo que espera tras tu puerta –¿desde hace cuánto?–. Está dando saltos y resoplando y arañando el suelo, y aullando de dolor, y trepando por los muros.» Sin embargo, en la parte donde Cave deja clara las oscuras intenciones del «amante» detrás de la misma palabra «Loverman», es donde Martín se luce al presentarnos que la «A es de amor, pequeña, M de mátame, A de abusa de mí, N de no te escaparás, T de no voy a hacerte daño, E de me entrego a ti». Delicioso…

«Total Eclipse of the Heart», de Bonnie Tyler

Bueno, vale, vámonos con algo más popero, más «baladesco». Y para ello recurro a una canción que absolutamente todos hemos escuchado alguna vez en la radio, sobre todo, si hemos sintonizado o escuchado Universal Stereo, golden music (digo, si voy a hacer el comercial, que sea completo, ¿qué no?). Pero si la rola es melosamente para enamorados, me dirán; y sí, ciertamente, pero si nos ponemos a leer la letra con cuidado, y sobre todo investigamos un poquito su origen, verán que si bien es melosa y para enamorados, si a la canción se le añade «un poquito de sangre», la cosa cambia. Me explico.

Escrita por Jim Steinman, un compositor prolífico que escribió para Celine Dion, Meat Loaf y Boyzone, por mencionar algunos, «Total Eclipse of the Heart» estaba planeada para otro destinatario. Pensada en un musical sobre vampiros, «Total Eclipse of the Heart» era en realidad «Vampires in Love», y si se pone atención en la letra, como el propio compositor invita a hacer, se notará que en realidad las frases corresponden sin problema a dos vampiros enamorados que terminarán por consumar el acto, sí, con sangre en lugar de vino. La canción sí fue posteriormente utilizada en un musical. «Tanz der Vampire», musical austriaco, incluye la canción para finalmente colocarla en el contexto que se merece… aunque si me apuran, el video original de Bonnie Tyler ya tiene total sentido para mí, ¿a poco no?

Hasta acá este breve listado de rolas para empiernarse, pero si las canciones no les son suficientes, porque ustedes duran y duran, acá mi primer listado. ¡Buen viernes! Y como aquella «primera vez» les pedí, disfruten…se.

Foto: Shannon Hasa.

Asfaltos. Sobrevivo en una ciudad junto a millones de personas. ¿Mexiqueño? Me enamoro rápido y olvido difícilmente. Amo la música, el cine, los cómics, las mujeres y -últimamente gracias a los servicios de streaming– las series también. Vivo la vida a través de letras y melodías. Músico frustrado. Me pueden encontrar escuchando U2, Radiohead y Coldplay; así como Grand Funk Railroad, Styx y Eric Burdon; Chetes, Jumbo y Siddhartha; y hasta Jesse & Joy, Silverio y Aleks Syntek. Batman y Star Wars mis pasiones; también el Cruz Azul, pero ya saben… subcampeonísimo. Sobreviviente y náufrago; ermitaño que odia la soledad.