‘Nada que perder’, de Betsy Pecanins

Por Asfaltos.

2016 algo se trajo contra los músicos, ya que si bien le tocó ver a uno de ellos elegido como Nobel de Literatura (Bob Dylan), nos privó de David Bowie, Prince y ahora a la tremenda Betsy Pecanins… Ok, guardando proporciones, Betsy es sin duda una de las grandes pérdidas musicales de este año; sobre todo en lo que se refiere al talento nacional. Así, al azulado ritmo del blues de la gran Betsy, el Miércoles nostálgico de hoy no podría ser para otro músico.

Si se piensa en blues en nuestro país, resulta invariable destacar a los Real de Catorce y desde luego a Betsy Pecanins. Betsy nació en los Estados Unidos, en el estado de Arizona, y fue a finales de los 70 cuando se viene a vivir a México. Instalada en nuestro país Betsy empieza una prolífica carrera que nace de los sonidos de los que se nutría en este México prolífico en dramas y tragedias.

Ayer martes 13 de diciembre, a la edad de 62 años, Betsy Pecanins murió en Ciudad de México. La cantante, quien destacó siempre por su potente voz, visitó escenarios en diversos países que le abrieron siempre las puertas para interpretar alguna de los temas de sus diversos ábumes «Nada que perder», «Reencuentro» y «Qué azul era mi Lara», entre otros.

¿Con qué canción despedir, recordar eternamente a la Betsy? Yo elegiría una de mis canciones favoritas. Incluida en el «Nada que perder» (1994), el título del mismo nombre sería mi rola del «hasta pronto» para Pecanins. Acomapañada del talentosísimo piano de Guillermo Briseño -de quien tendré que contarles pronto-, Betsy Pecanins nos regala una rola entrañable que significó en su momento una de las primeras canciones dedicadas al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

¡Hasta siempre, talento, entrañable mujer y extraordinaria músico!