Encantos y desencantos en las protestas de Medio Oriente

Por Andrea García Borja.

El pasado lunes 20 de Febrero la Asociación de Alumnos de Relaciones Internacionales (ALRI) del ITESM CCM, organizó la conferencia “Encantos y desencantos en las protestas de Medio Oriente”, impartida por la Dra. Indira Sánchez Bernal.

Encantos y desencantos en las protestas de Medio Oriente.

La Dra. Sánchez empezó por mencionar algunos de los errores que se han cometido en el análisis de las protestas árabes que empezaron desde principios del año pasado. El primero es que, contrario a la creencia común, no todos los países de la región de Medio Oriente y del Norte de África sobreviven en condiciones paupérrimas. La segunda corrección es  que las protestas no constituyen un auténtico efecto dominó, ya que las circunstancias políticas, económicas y sociales son diferentes en cada país de la región. Finalmente, señaló que los partidos islamistas no son la única oposición, sino que existen diversas contraposiciones políticas. Además recalcó el hecho de que la ideología occidental constituye un obstáculo para la comprensión de las protestas árabes.

Posteriormente, la Dra. Sánchez presentó un análisis acerca de algunos países de la región, tanto de aquellos países donde han estallado protestas como aquellos que no se han unido al movimiento, enumerando sus similitudes y diferencias.

Finalmente, fueron presentados los encantos y desencantos, como los llama la Dra. Sánchez, de las protestas árabes. El primer encanto es que las crisis han conducido a un proceso de transición y reconfiguración política; los otros encantos son que hubo una concientización política y participación de los jóvenes en las protestas; así como la formación de nuevas coaliciones políticas.

En cuanto a los desencantos, el primero es el estancamiento de poder, ya que en lugar de un verdadero cambio solo  se está dando un reposicionamiento de las viejas élites políticas. Por otro lado, la influencia de estados como EEUU, Rusia y China; y de otros actores internacionales como la ONU; ha puesto a Medio Oriente en el epicentro de una lucha de poder.

De esta manera, se finalizó planteando la tesis de que las protestas árabes no causarán un verdadero cambio político; pues para esto es necesario que la población de esos países realice una de-construcción de su pensamiento político, es decir que logre un cambio de paradigmas, lo cual no ha sucedido esta vez.