Por Asfaltos.
14 de febrero, Día de San Saltarín…, digo, de San Valentín, ¡día del amor!… y de la amistad. En fin, una fecha más en el calendario, un día cualquiera que para algunos significa algo más, y para otros nada en especial. Sin embargo, y como sabemos que el bombardeo mercantil está a todo lo que da esta fecha, y también que para muchos no es un «feliz» Día de San Valentín… ¡acá 5 rolones para despechados! Too soon?
«San Miguel», de La Gusana Ciega
El listado lo comenzamos con una rola llena de potencia, ¡llena de dolor, de impotencia! Los responsables son los ya no tan chicos de La Gusana Ciega, quienes después de su laureadísimo «Conejo en el sombrero» (2011), nos regalaron tres años después un quizá menos poderoso «Monarca» (2014). Y menciono que quizá menos poderoso, pues el álbum a mi parecer es un poco menor a su antecesor, aunque en los primeros dos tracks nos deslumbra con dos auténticos rolones. Sí, «San Miguel» es una de esas dos.
Un reclamo, un grito al aire, un corazón desesperado que ve cómo «su mano en tu cintura, tus piernas entre las de él»… Con los poderosos guitarrazos de una de las rolas más rockeronas de La Gusana Ciega, «San Miguel» es un grito desesparado de alguien que le reclama a otro alguien que le dejó en la noche, con esas ganas locas de «no poder morder tu piel». «¡Este deseo es como un tren que no puedo detener!» grita un desesperado Daniel Gutiérrez, quien así nos hace pensar que también, más allá de los buenos sentimientos y el cariño, hemos echado también de menos y con mucha rabia a una buena amante que nos deja por alguien más…
«Mi principio», de Julieta Venegas
La segunda rola que incluyo es igual de dolorosa, o quizá más… ¿A quién no le ha dolido el corazón, a quién no le ha dolido el alma? Cuando uno se separa de alguien con quien compartió mucho más que risas, caricias y besos; cuando uno se separa de alguien con quien compartió sueños, lágrimas, dolor y anhelos; ahí, ahí es cuando la cosa se vuelve difícil. Peor aún cuando quien emigra, cuando quien parte, lo hace para terminar precisamente con lo dañino, con el mal…
Incluida en la banda sonora de la película «Quemar las naves» (2007) de Francisco Franco de Alba, «Mi principio» es una rola dolorosa por significar precisamente eso, cortar lazos, irse y alejarse de alguien porque se sabe que es lo mejor, aunque también lo más difícil. Quien haya estado enamorado, quien haya estado en una relación así, sabrá a qué me refiero. Por cierto, ¡tremenda interpretación de Julieta Venegas! De sus mejores rolas, de las más sinceras.
«Un día de esos», de Monocordio
Fan absoluto del trabajo de Fernando Rivera Calderón, uno de los más talentosos y entrañables músicos de la escena musical nacional. Es además, también, uno de los más sinceros con sus sentimientos. Desnudándose en cada canción que ha escrito a lo largo de su carrera, sobre todo bajo su pseudónimo Monocordio, Rivera Calderón es garantía siempre de algo tremendamente disfrutable.
«Un día de esos» es una rola de despecho, pero una que le reclama nada mas y nada menos que a uno mismo. Sí, a uno, cuando uno acepta que las cosas no han salido, que simplemente «que llueve afuera y adentro». La frase más dolorosa, más dilapidaria, resulta la siguiente: «y es que nunca estoy cuando me necesito». Antes de querer amar, o de poder amar a alguien más, se debe de querer a uno mismo, de estar para uno.
«Perdón», de Volován
Si bien con «San Miguel» hubo potencia, ¡con «Perdón» de Volován hay rabia! Es válido, definitivamente, sentir rabia cuando algo acaba de manera tan abrupta, y sí, de manera tan cobarde. Hay sin duda momentos en los que uno, por simple sentimiento humano, expira dolor y furia. Cuando a uno le engañan, cuando a uno le mienten, cuando a uno inclusive le quieren ver la cara…
Con «Perdón» de Volován, una de las canciones más trepidantes de esta selección de 5, la energía para gritar de rabia tiene sin duda un buen cauce de salida. «Me mentiste, no lo pude superar, y ahora me pides perdón. Ya es muy tarde, no te quiero ver jamas.» Duras pero sinceras palabras que sin duda deberíamos decir para poner un alto total, y sobre todo, alejarnos de lo que nos hace daño. ¡Gran, gran rola! Sin duda de mis favoritas, si no es que la más.
«Miel», de Zoé
Para cerrar (como vieron nos fuimos exclusivamente por orden alfabético), una rola de Zoé… ¡pero del Zoé que echamos de menos! Incluida en su aplaudidísimo «Rocanlover» (2003), «Miel» es otra rola tremenda por precisamente confrontarnos. Sí, la canción lo que hace es ponernos a reflexionar la razón por la cual, en muchas ocasiones, uno se auto sabotea cuando de enamorarse se trata.
«Háblame de tí, no me dejes sólo. Quiero descubrir, por qué le tengo tanto miedo al amor». Una canción digna para reflexionar la carrera de errores que uno también suele cometer, y sobre todo, para abrir los ojos hacia aquellas otras personas que en muchas ocasiones se nos presentan, para no darnos nunca una segunda oportunidad, y todo por una ceguera propia…
Pues bien, así cierro este listado de rolas para despechados, no sin antes mandar un saludo a quienes por Twitter sumaron sus recomendaciones (en algo, que por cierto, pretendo hacer más seguido). Saludo para @Naufig quien recomendó «La balada» de La Cuca; para @2205 quien recomendó «Voy de tras de tí» de Caifanes, «La herida» de Héroes del Silencio, «Me arde» de Fabiana Cantilo, «Para amar» de Los Prisioneros y «Es tan fácil romper un corazón» de Miguel Mateos; para @Egaro1973 quien recomendó «Quisiera ser alcohol» de Caifanes; y finalmente pero no menos importante, para el gran @Drencromo (editor original de Reconoce MX hace ya unos buenos ayeres, por cierto), quien recomendó «San Francisco» de Tex Tex. ¡Saludos y agradecimientos grandes a todos! Que sean las primeras de muchas rolas para compartir.
Foto: SR. DURDEN.
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