Por Asfaltos.
La verdad es que soy muy malo con las cintas de terror. Primero porque soy un verdadero coyón, y segundo porque es un género que por lo mismo me llama poco la atención. Sin embargo, como buen obrero de la información, me lancé a ver la película «La posesión de Altair» de Víctor Dryere, misma que mañana llega a cines mexicanos cortesía de Cinépolis Distribución.
Víctor, cuya carrera ya es amplia desde 1999 con una serie de cortos donde ha plasmado su inclinación por el cine de género, estrena con «La posesión de Altair» su primer largometraje que le ha entregado al momento satisfacciones como el premio a «Mejor película Blood Window» en el prestigiado Festival de Cine de Sitges 2016. Ahora, a partir de mañana, «La posesión de Altair» se enfrentará a su verdadera prueba: el público.
En la mejor tradición del clásico noventero «The Blair Witch Project» (1999), y como también lo ha explorado en el cine nacional la aún popular «Archivo 253» (2005) distribuida por la misma Cinépolis Distribución, «La posesión de Altair» apuesta por un terror de corte psicológico que envuelve al espectador de modo tal que es imposible no involucrarse con la película.
Un joven Manuel (Rolando Breme), en el año de 1974, filma en 8 mm algunos de sus momentos junto a su esposa Altair (Diana Bovio). Mientras trabaja en una producción de cine, en una plácida casa en el bosque, Manuel filma lo que en apariencia son momentos cotidianos que simplemente quedarán como memoria de un tiempo vivido; sin embargo, sin esperarlo, Manuel guardará parte de una historia que posteriormente será encontrada: la de una pareja de recién casados que desapareció en el México de los setenta.
Filmada en 8 mm, convirtiéndonos a nosotros en los expectadores de los «hechos reales» sucedidos hace poco más de 40 años, «La posesión de Altair» funciona en el sentido de mantenernos inmersos en la historia gracias a la intimidad de su filmación. Nos volvemos cómplices de lo que sucede en la apacible casa de los jóvenes recién casados, y descubrimos con ellos los insólitos sucesos que llevan precisamente a «La posesión de Altair».
Y es que si bien el mismo título nos da a entender hacia dónde nos moveremos, creo yo que la forma en la que se logra el cometido funciona de modo tal que nos interesa saber la forma en la que realmente se fueron dando los hechos antes de llegar a tan terrible situación.
La decisión de hacerlo en 8 mm, además de formar parte de la historia, funciona de gran manera, ya que debido a las limitaciones visuales de éste, nos involucramos de más en querer ver a lo largo y ancho de la pantalla alguna pista que nos explique el resultado final de la situación.
Quizá, si he de poner un pero, la decisión de realizar el final en la forma en la que termina llevándose a cabo, no siento que haya sido la más afortunada; creo que de haber mantenido esa mística de casi toda la cinta, «La posesión de Altair» podría haber sido una cinta más redonda, sin embargo también creo que al final éste cumple con su cometido.
Sí, «La posesión de Altair» es una buena propuesta para este fin de semana, sobre todo para aquellos que gustan sacarse un buen susto, o agarrar un buen susto como pretexto para abrazar a quien les acompañe en el cine.
«La posesión de Altair» se estrena mañana jueves 6 de abril en cines nacionales. Ya saben, al ser un estreno nacional, la recomendación es irla a ver el primer fin de semana para localizarla en la mayor cantidad de cines posibles. De cualquier modo, para seguirle el rastro, estén atentos a Twitter y Facebook oficiales de la película.
Con imágenes cortesía de Cinépolis Distribución.
Leave a comment
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.