Lo que reveló la Vanity Fair sobre «The Last Jedi»

Por Asfaltos.

El pasado 25 de mayo se cumplieron 40 años de la saga creada por George Lucas… ¡40 años de Star Wars! Era el miércoles 25 de mayo de 1977 cuando la película «Star Wars» saltaba a las pantallas con muy pocas expectativas de su creador, quien si bien posiblemente esperaba no le fuera tan mal, desde luego no se imaginaba a lo que llegaría su creación. Para George Lucas el estreno de «Star Wars» fue tanto una bendición como una maldición.

A 40 años del estreno de aquella película que derivaría con el tiempo en otras 7 cintas live action y 1 más animada estrenadas hasta el momento, el sueño de Lucas sigue despertando suspiros entre quienes se permiten adentrarse en tan particular universo. A 40 años de «Star Wars» la saga se ha convertido en una billonaria franquicia que seguirá dando ganancias a sus nuevos dueños, y seguramente seguirá brindando también satisfacciones a sus fanáticos, tanto a los viejos como a los nuevos.

Mucho se ha escrito en esta columna dedicada en un principio únicamente a Star Wars, por lo que elegir un texto para celebrar los pasados 40 años de la saga he de decir fue un poco difícil. Sin embargo, en los últimos días, una publicación salió al «rescate» con su ya tradicional previo a una película de Star Wars. La Vanity Fair, conocida principalmente por ser una revista de cultura, moda y política, publicó recientemente su previo a la próxima cinta de la franquicia Star Wars, la octava en «la saga de los Skywalker». Fotografías que vale la pena ver aquí acompañan un reportaje que me llamó mucho la atención por varios de sus apuntes que a continuación destaco y comento.

En el reportaje obra de David Kamp con imágenes de Annie Leibovitz, se nos presentan diversas revelaciones sobre la actitud de los actores de la próxima «Star Wars: The Last Jedi», así como las propuestas del responsable de esta nueva aventura Rian Johnson, parte de la forma en la que se labora al interior de Lucasfilm, algunos nuevos detalles de lo que veremos en la próxima cinta, y alguna que otra anécdota que vale la pena recordar. Sí, quizá es en el aspecto de los personajes y mundos que veremos donde se encuentren algunos «spoilers», pero en general la lectura escapa un poco de esos detalles; aunque si de verdad no quieren saber nada de nada, dejen la lectura aquí y celebren los 40 años de Star Wars con alguna otra columna mía al respecto.

«Cuando leí el guión del Episodio VII, me dije, ‘oh por Dios, ¿iremos de regreso?’ Porque me dije que jamás regresaría», afirmó Mark Hamill cuando recuerda que tuvo que volver a Skellig Michael, la empinada isla rocosa irlandesa donde se filmó la última escena de «Star Wars: The Force Awakens»; y donde el ahora director de «Star Wars: The Last Jedi», Rian Johnson, había decidido retomar la nueva historia. Quizá es un detalle menor, pero si bien no deja de ser una curiosidad, pensar en el hecho de que todo el equipo de la película sí tuvo que ascender a pie aquella isla resulta interesante; ¡incluido el propio Hamill! De acuerdo a Mark Hamill, el crew de la cinta tuvo que hacerlo en un tiempo de 45 minutos, mientras que a él, por su edad, se le fueron asignados 90 minutos para conseguirlo. «Tenía que parar entre 10, 15 minutos para descansar».

Otro detalle importante es el ya mencionado hecho de lo inconforme que Hamill estaba sobre su nula presencia en la muerte del personaje de Harrison Ford, Han Solo. Si bien se hizo mucho ruido en los medios sobre el hecho, catalogándolo inclusive como una sincera molestia del actor, a mí me parece que Mark vuelve a hablar como fan de la saga al expresarse en la insatisfacción que le provoca el saber que una escena entre Luke, Leia y Han no volvería a repetirse nunca jamás en la saga; primero porque el personaje de Han había muerto, y segundo porque la intérprete de Leia había fallecido. Quizá, como le pasó a un servidor, en aquella escena del Episodio VII donde Rey atrae el sable láser con la Fuerza, a Mark le hubiese gustado verse de nuevo empuñándolo como Luke. Quizá.

En lo que respecta a Rian Johnson me llamaron la atención varios detalles. En principio el predecible hecho de que para los personajes de la nueva trilogía, «Star Wars: The Last Jedi» representará una intensa prueba que superar. «¿Cuál sería el asunto más complicado al que se enfrentarían?», se preguntó Johnson. Las pistas de entrada ya las habían sembrado en la anterior cinta, donde vemos cómo en efecto después del final de «Star Wars: Return of the Jedi» las cosas no fueron felicidad pura. El romance entre Han y Leia terminó y su hijo acabó en el Lado Oscuro; por su parte Luke terminó en un cautiverio apartado en aparente soledad. La pista, en efecto, siguen siendo lo sucedido entre el Episodio VI y Episodio VII. ¿Qué pasó para que Luke terminara en aquel sitio? Claro, qué pasó adicional a la ya conocida matanza de su sobrino a la Academia fundada por él.

Una pista revelada por el mismo Johnson es que Luke no vive en ese lugar en completa soledad, sino que está acompañado de unas creaturas que me llamó la atención, afirmó no son ewoks. Sabemos también, por parte de Adam Driver quien interpreta a Kylo Ren/Ben Solo, algo que resulta evidente pero no por ello menos interesante de pensar: «No pienso que el patricidio sea todo lo que está quebrado. Tal vez ahí es donde Kylo Ren está empezando. Su cicatriz externa es probablemente también interna».

En lo que respecta a la forma de trabajo interna de Lucasfilm, me llamó la atención la reiteración en el hecho de que la decisión para decidir los directores de las nuevas películas de Star Wars es principalmente de la presidenta de la empresa, Kathleen Kennedy, quien no deja de ser una pieza fundamental para entender este nuevo universo en la saga. De acuerdo al reportaje, se revela que para ella el trabajo de quienes elige es importante en cuanto a si le gusta o no, y no tanto por lo basado en sus currículos.

También, y en algo que se ha popularizado entre los fanáticos, me llamó la atención la forma de trabajo del denominado Star Wars Story Group, en el que asociamos muchos de los seguidores a Pablo Hidalgo como una figura similar de «protector del holocrón». En el reportaje el nombre de Kiri Hart, ejecutuvo de desarrollo y escritor de profesión, aparece como la cabeza máxima de un grupo de 11 personas cuyo trabajo es mantener la continuidad narrativa e integral de todas las multiplataformas en las que se desarrolla la marca Star Wars. El propio Hart explica en el reportaje que todos los borradores de los guiones los lee el equipo completo, para a partir de ello poder darle coherencia a las historias que se van desarrollando en un universo cada vez más amplio. Me llamó la atención también algo que yo no sabía: a los cineastas no se les impone ningún punto para sus historias; es decir, hay completa libertad y el rumbo de la nueva trilogía depende de quieénes están al mando de cada cinta. Habría que precisar si no se tiene alguna línea muy somera sobre el destino de los personajes hacia el final de la saga; pero por lo mencionado por Hart, al parecer el responsable del Episodio IX, Colin Trevorrow, será quien decida en gran medida qué es lo que les pase a los personajes con los que ya nos encariñamos. Eso sí, Rian Johnson menciona que para él sí fue importante sentarse con el Star Wars Story Group, lo que desde luego hizo que se enriqueciera su historia y se conectara de mejor manera con lo ya trabajado y planeado.

Entre las aportaciones que hizo el director de «Star Wars: The Last Jedi» están el personaje interpretado por Benicio Del Toro, al momento apodado como DJ; la Vice Almirante de la Restsiencia, Holdo, interpretada por Laura Dern; y la trabajadora de mantenimiento de la Resistencia Rose Tico, interpretada por Kelly Marie Tran. Otra adición es una ciudad-casino llamada Canto Bright, donde una de los retos del equipo era interpretar cómo el lujo y la riqueza se ven en un universo como el de Star Wars. Pienso que lo anterior ya se ha visto tanto en Naboo como en Coruscant, pero habrá que ver a qué se refiere exactamente Johnson cuando veamos su idea en la pantalla grande; de entrada, al parecer, los ricos a los que quiere plasmar son esencialmente «idiotas ricos».

Otro tema fundamental que se maneja es el de Carrie Fisher, quien antes de la realización del reportaje seguía viva. Algunas anécdotas como la de John Boyega en la que nos cuenta cómo Fisher le dio consejo cuando tras aquel primer avance de «Star Wars: The Force Awakens» salieron algunas críticas por ver a un soldado de asalto negro; así como lo emocionada que estaba Fisher por el rumbo que tomaba la nueva trilogía, y sobre cómo después de que Han Solo fuera protagonista en el Episodio VII y Luke Skywalker en el Episodio VIII, ella misma le había pedido a Kennedy lo mucho que anhelaba que Leia estuviera al frente en el Episodio IV. La misma Kathleen afirma que ese era precisamente el plan, sin embargo tras su muerte todo tuvo que cambiar.

Algo que me gustó además, resultado de la anterior declaración, es que la misma Kennedy reafirma el hecho de que el personaje de Fisher, Leia Skywalker, no sería reanimado con ayuda del C.G.I.; a lo cual añadió algo que personalmente a mí me parece de gran gusto: «No tenemos ninguna intención de comenzar una tendencia de recreación de actores que se han ido». Ahora, como dicen por ahí, del «dicho al hecho hay mucho trecho», pues sin quererlo así, es posible que lo hayan iniciado aún y cuando en Lucasfilm no lo vuelvan una costumbre.

 

Para terminar, y como tema «del corazón», Mark Hamill sobre Carrie Fisher recuerda que también hubo posibilidad de un romance, solo que «nos hicimos para atrás». Sí, al parecer los romances entre el elenco principal de la trilogía de Star Wars estaban a la orden, sobre todo si se recuerda también que la propia Fisher había revelado el amorío de set entre ella y Harrison Ford.

En fin, como leen, muchísima información en este muy relevante reportaje de la Vanity Fair que recomiendo leer de principio a fin. Sí, he revelado algunas cosas que me parecieron muy relevantes, pero también hay muchas cosas más que observar; empezando por las increíbles imágenes de Annie Leibovitz. Yo así celebré los 40 años de Star Wars, ¿y ustedes? ¡Feliz cumpleaños, Star Wars!

Asfaltos. Sobrevivo en una ciudad junto a millones de personas. ¿Mexiqueño? Me enamoro rápido y olvido difícilmente. Amo la música, el cine, los cómics, las mujeres y -últimamente gracias a los servicios de streaming– las series también. Vivo la vida a través de letras y melodías. Músico frustrado. Me pueden encontrar escuchando U2, Radiohead y Coldplay; así como Grand Funk Railroad, Styx y Eric Burdon; Chetes, Jumbo y Siddhartha; y hasta Jesse & Joy, Silverio y Aleks Syntek. Batman y Star Wars mis pasiones; también el Cruz Azul, pero ya saben… subcampeonísimo. Sobreviviente y náufrago; ermitaño que odia la soledad.