Por Alicia Ávila.
Antes de empezar a escribir de la trama, quiero decir que me encantó.
No es algo nuevo: la envidia y la vanidad carcomen a uno por dentro hasta que ellos mismos se desconocen.
Dirigida por el danés Nicholas Winding Refn, uno podría llegar a pensar que en The Neon Demon encontraría horror, y para ser sinceros, el único horror que encontramos en esta historia es el de la triste realidad en la que uno no puede permitirse que alguien sea mejor que uno; no quiere decir que uno deba ser conformista (¡jamás!), sin embargo, hay que ser humanos y aprender a comprender que en esta vida, no todos somos buenos para las mismas cosas, que somos diferentes y que no podemos dejarnos cegar por sentimientos de odio, coraje y como ya mencionamos, por la envidia.
Es cierto que no es una película apta para todo público, aún tratándose de un tema que vivimos todos los días donde aún hay mucha gente a quien solamente le interesa la belleza y lo material. El mensaje es claro: tenemos que aprender a amarnos y dejar de compararnos, todos tenemos pros y contras de ser quien somos.
Lo que se refleja en «The Neon Demon» no es únicamente sobre las agencias o el modelaje, es sobre las amistades… ¿Por qué siempre estamos compitiendo? Veo que siempre hay -y seguirá habiendo por lo siempres, de los siempres- una rivalidad no solamente entre compañeros de trabajo o colegas, sino aún entre amistades que parecieran muy sanas y unidas.
Vivimos en una sociedad donde la gente dificilmente entiende dos cosas: que hay gente mala a nuestro alrededor que no le importará hacer lo necesario para sobresalir opacar y lastimar; y la otra, que aún existe gente demasiado buena incapaz de hacerte algún daño en la que realmente puedes confiar aún después de malos ratos y malas experiencias.
La fotografía, la escenografía, las tomas y el suspenso psicológico como sustancia de esta cruda -y hermosa a su vez- película son elementos que, combinados con lo que ocurre en el mundo del modelaje, pueden llegar a ser hermosos, pero si lo analizamos más a fondo, puede llegar a ser un poco pesada. Es de esas películas que amas u odias, no hay intermedios.
Visualmente, es bellísima.
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