Por Asfaltos.
Lo he expresado ya en ocasiones anteriores: cuando vi a la Wonder Woman interpretada por Gal Gadot aparecer en «Batman v Superman: Dawn of Justice», no pude mas que sentirme tremendamente emocionado. Todo, desde ver a la guapa israelí enfundada ya en su traje de Wonder Woman, hasta la melodía con la que Hans Zimmer le acompañó; pero principalmente, finalmente, ver a Wonder Woman en la pantalla grande.
La historia de Wonder Woman, que brevemente ya repasé en una columna anterior, ha sido siempre la de la lucha. En un mundo dominado por el género masculino, lleno de prejuicios y desventajas para el género femenino prácticamente en cualquier actividad, la mera existencia de un personaje con la misma -o mayor- fuerza que el mismísimo Superman, es algo para celebrarse. Lo mismo sucede, en efecto, con su presencia ahora en la pantalla grande con un rol finalmente protagónico.
Cierto es que en la historia del cine los roles femeninos fuertes e inspiradores no son de reciente inclusión. Desde aquella Holly Golihtly interpretada por Audrey Hepburn en «Breakfast at Tiffany’s» (1961), donde muy a su manera y en su tiempo ya se representaba a una mujer independiente que no necesitaba de un hombre para lograr un propósito en la vida; la Clarice Sterling interpretada por Jodie Foster en «Silence of the Lambs» (1991), donde la agente del FBI termina por demostrarle a todos -incluida a si misma- sus enormes cualidades en un mundo de hombres; hasta «la novia» de «Kill Bill» (2003) interpretada por Uma Thurman, y donde en efecto, literalmente no hay obstáculo habido o por haber digno de su fortaleza.
Sí, como menciono en el título de la presente columna, es posible que la Wonder Woman de Gal Gadot haya llegado tarde, pero eso no quita que la recibamos con mucho gusto y agrado, y que sobre todo celebremos que finalmente lo haya conseguido.
Sin embargo, sí, llega tarde. Y es que no solo el más reciente boom de las mujeres empoderadas en el cine le han ganado en tiempo al estreno en cines de «Wonder Woman», sino que también, en mi muy humilde opinión, éste llega cuando el cine del género se encuentra ya muy manoseado y gastado. De nuevo, en una columna anterior, analizaba un poco la avalancha del cine de superhéroes que hemos vivido de manera indiscriminada desde la aparición en 2000 de la primer «X-Men» en ese momento dirigida por Bryan Singer. 17 años desde entonces han pasado en el que sin falla, cada año y de cada compañía productora, se nos han ido entregando película de superhéroe tras otra. El género ha pasado por tantos prismas, destacándose principalmente dos que además han marcado tendencia: porque al principio con la trilogía del Batman de Christopher Nolan «todas» querían ser como «The Dark Knight» (2008), y luego con el estreno de «Guardians of the Galaxy» (2014), «todas» quien ser como ésta.
Pero eso sí, no voy a negarles que para el pasado viernes, cuando me senté a ver «Wonder Woman», me sentí auténticamente emocionado. Qué le vamos a hacer, soy un fan de los superhéroes y desde luego con un especial cariño a los emanados de la casa editorial de la DC. Como saben, no odié «Batman v Superman: Dawn of Justice» y hasta confesé que la disfruté; me gustó mucho «Man of Steel», y si bien sí detesté bastante «Suicide Squad», guardé grandes esperanzas porque «Wonder Woman» finalmente me gustara; y no solo sucedió eso, sino que emocionó y mucho. La expectativa la tenía alta, y cuando vi la cinta, en efecto no me dafraudó. Eso sí, corroboro lo sostenido una vez más en mi título: llega tarde.
En cuanto a calidad -a nivel personal- ni «Wonder Woman» es la «basofia» que muchos esperaban para la DC, ni tampoco, y siendo fríos, me resulta la «grandiosa» cinta que ahora todos de manera unánime ven. A mí me pareció una película que cumple muy bien con lo que se espera de ella, que de entrada es entretener.
Gal Gadot (izquierda) recibiendo instrucciones de Patty Jenkins (derecha).
¿Y por qué insisto que «Wonder Woman» llega tarde? Porque llega tarde a un mundo donde decenas de películas centradas en superhéroes masculinos le anteceden, en un género que reitero en mi muy particular punto de vista ya se encuentra muy desgastado por lo poco que al día de hoy sigue aportando, y porque ya muchas mujeres empoderadas han protagonizado cintas centradas en ellas. «Wonder Woman» llega tarde porque resulta un tanto triste que solo después de varias películas del género se «atreviera» la industria finalmente por una apuesta como ésta, ¡por entregarle una cinta de gran presupuesto por vez primera a una directora mujer al mando!, y por centrar una historia más que en el empoderamiento femenino, en esa visión del hecho de cómo un mundo centrado en la visión femenina podría resultar un respiro al «falocentrismo» del mundo en el que vivimos.
Sí, Patty Jenkins es el nombre de la primer directora mujer en la industria de Hollywood a la que se le otorga un presupuesto de dimensiones «estratosféricas» como el de la presente «Wonder Woman». Como indicó The Independent en un artículo sobre cómo «Wonder Woman» se convirtió en la primer cinta dirigida por una directora mujer con un presupuesto de más de 100 millones de dólares (se reportan hasta 150 millones), en la industria fílmica la mujer ha sido relegada de manera poco digna a un segundo plano frente y detrás de la cámara. A pesar del éxito de directoras con gran aceptación de la crítica como Ava DuVernay, Sofia Coppola y Kathryn Bigelow, «Wonder Woman» se ha convertido en la primer cinta de gran presupuesto encargada a una mujer… ¡La primera!
Gal Gadot atendiendo a fans en su paso por la alfombra roja en Ciudad de México.
En un reportaje de la Hollywood Reporter sobre el papel de la mujer en el cine -mismo que definitivamente les invito a leer aquí-, se menciona cómo tan solo el año pasado las cineastas perdieron terreno con respecto a su presencia en 2015. ¡Sólo 7% de las 250 más taquilleras de 2016 fueron dirigidas por mujeres! Lo anterior de acuerdo a un estudio de la San Diego State University. «Estoy segura de que hay una larga historia de la creencia de que ciertos trabajos son masculinos», menciona Jenkins, «pero por qué una directora cae en esa categoría me pone muy confundida, porque se siente como un trabajo muy natural para una mujer, es increíblemente maternal de alguna manera, estás cuidando todo este tipo de cosas». Lo aún más dramático es que el panorama, al momento, no luce más prometedor en 2017 ni en 2018.
Es así que «Wonder Woman» llega tarde a un mundo en el que la mujer sigue siendo relegada, no solo en el cine, sino en otros ámbitos donde la lucha por la igualdad de género sigue siendo menester. Sin embargo, a pesar de su tardanza, y como ya también he destacado, no deja de ser una gran noticia que finalmente llegue. Porque si bien la cinta no escapa de las fórmulas del cine de superhéroes al que nos hemos acostumbrado a ver, sí propone una visión distinta por el simple hecho de ser vista a través de los ojos de una mujer, con una personaje femenina como la mismísima Wonder Woman, y con una historia que no deja de hacer énfasis en cómo una visión de mujer en el mundo podría refrescar una realidad donde la propia naturaleza del género masculino la ha llevado a ser más ríspida.
Aplaudo «Wonder Woman» también porque puede significar el abrir un cerrojo a las mujeres talentosas que hay en este caso en el cine, donde podrían aportar con su forma de ver el mundo su frescura en una industria donde parece que las fórmulas son repetidas hasta el hartazgo. El tener a una mujer como figura central en un cartel de una cinta como «Wonder Woman», con una directora como Patty Jenkins y con una estrella protagonista como Gal Gadot, es ya motivo de celebración y de aplauso.
Ahora, ¡qué vengan más cintas! ¡Qué vengan más cintas de gran presupuesto de acción, de suspenso, de fantasía, de drama y de los géneros que sean donde las mujeres estén a cargo! ¡Que las directivas -como en el caso de Kathleen Kennedy en Lucasfilm– abunden y sean las voces a cantar en una industria que les necesita! Quizá, y sólo quizá como sucede a nivel histórico, la cultura pueda una vez más influenciar a nuestra realidad y provocar cambios necesarios que nos hagan pensar que aunque tarde, las noticias buenas sí pueden llegar.
Con imágenes cortesía de Warner Bros. Pictures México.
Asfaltos. Sobrevivo en una ciudad junto a millones de personas. ¿Mexiqueño? Me enamoro rápido y olvido difícilmente. Amo la música, el cine, los cómics, las mujeres y -últimamente gracias a los servicios de streaming– las series también. Vivo la vida a través de letras y melodías. Músico frustrado. Me pueden encontrar escuchando U2, Radiohead y Coldplay; así como Grand Funk Railroad, Styx y Eric Burdon; Chetes, Jumbo y Siddhartha; y hasta Jesse & Joy, Silverio y Aleks Syntek. Batman y Star Wars mis pasiones; también el Cruz Azul, pero ya saben… subcampeonísimo. Sobreviviente y náufrago; ermitaño que odia la soledad.
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