Sábado arrabalero cortesía de San Pascualito Rey

Por Lis de Nazareth.

San Pascualito Rey tocó el pasado sábado 3 de junio en El Plaza Condesa para presentar su nuevo disco «Todo nos trajo hasta hoy»; título que confesaron se inspiró en la historia de amor entre el baterista Luca y su esposa, porque pasaron por tantas cosas para llegar «hasta hoy». La cita fue en punto de las ocho de la noche y no hubo teloneros.

Para poder explicarles adecuadamente la velada de ayer, se tiene forzosamente que empezar por definir esta propuesta musical tan peculiar. El calificativo con el que los integrantes de la banda han descrito su música en diversas entrevistas es “dark guapachoso”…. Pero, ¿qué es, qué significa?

Aunque nunca hayas escuchado a San Pascualito Rey, seguro ya tienes una definición propia del término «guapachoso». Lo has sentido bailando una buena “rumbera” o cualquier otro ritmo de los que contagian y vuelven imposible no ponerse a bailar. Y dark, bueno, todos sabemos qué significa obscuro. Una vez que te das realmente cuenta de la relación antagónica que normalmente tienen esos dos adjetivos, surge la inevitable pregunta: ¿Cómo es que logran esa mezcla?

El sonido es muy movido, alegre incluso, con influencias folclóricas mexicanas, rock, trip-hop, y lo dark viene en las letras.

Desde el nombre de su primer disco «Sufro, sufro, sufro», uno entiende que sus canciones se tratan completamente de una catarsis artística. Lo que uno escucha son emociones 100% verdaderas, sin miedo o la necesidad de censurarse al hablar de la muerte, el amor y desamor, sueños, recuerdos, experiencias con las que todos nos podemos identificar.

Al combinar estos dos elementos, San Pascualito Rey te invita a pasar una noche intensa junto a ellos, llena de ritmos nuevos y un transporte garantizado al rincón más arrabalero de tu mente. Y se ve reflejado en el público. Volteando a ver las caras de los que estaban cantando a todo pulmón, pude darme cuenta del poder que tienen las letras; y sin embargo, no paraban de mover las caderas, como hipnotizados por el sonido del bajo. El público definitivamente le prendió una velita a San Pascual Bailón (patrón en el que está inspirado el nombre) la pasada noche del sábado en El Plaza: el ambiente era explosivo. Estar en un concierto en el que el público se involucra tanto que le exige a sus músicos responderles las bromas, peticiones ychistes da mucho gusto, con esta banda se lleva la relación al extremo. A la mitad del concierto una niña de nueve años tuvo la confianza suficiente como para subir a bailar en el escenario «Si te vas» junto con Pascual Reyes (vocalista). Posteriormente, Pascual se bajó del escenario para hacer una línea de conga con todos en El Plaza, y todos bailaron con mucho gusto.

Para acompañar esta velada, San Pascualito Rey decidió invitar a tocar a Los Trombotones y al productor del disco, Milo Froideval. Tenerlos en la mezcla guapachosa fue definitivamente una buena idea, ya que nos permitieron escuchar canciones que serían difíciles de imaginar sin trombones o sintetizadores, por ejemplo.

Fue una velada llena de sudor, cervezas y whisky, trombones, risas, albures, gritos, cumbia, anécdotas y santos bailones donde escuchamos canciones del primer disco hasta el último. Para alguien que no los ha escuchado nunca, es ampliamente recomendado ponerles play con unos mezcales previos y unos zapatos cómodos para bailar.