- Tweet
Por Andrea García Borja.
Como en el EcoFest probé cosas tan ricas y como una de mis cosas preferidas es la comida, hoy quiero hablarles de los alimentos orgánicos. El término “orgánico” tiene diferentes concepciones, algunos piensan que significa nutritivo y saludable, otros que es limpio y seguro, otros entienden que es sinónimo de ecológico. En realidad, las tres percepciones son correctas, los alimentos orgánicos son nutritivos, saludables, seguros para el consumo y ecofriendly.
Primero definamos qué son los alimentos orgánicos. Son aquellos alimentos que fueron producidos sin ninguna intervención de sustancias químicas, como fertilizantes, herbicidas o pesticidas. Podemos dividir los productos orgánicos en frutos y vegetales y en productos animales. Los frutos y vegetales son cultivados en suelos no contaminados y no son fertilizados químicamente. En los alimentos de orígen animal, se consideran orgánicos por la alimentación que reciben los animales de los cuales provienen.
Hay que reconocer que es muy difícil que un alimento se produzca de manera 100% orgánica. Ya que la mayoría de los suelos agrícolas están contaminados por los productos químicos que anteriormente fueron utilizados en estos. Sin embargo, si se lleva una proceso de producción totalmente libre de productos químicos, los alimentos serán casi completamente orgánicos; lo cual es más saludable que consumir alimentos invadidos de sustancias químicas.
El factor ecológico juega un papel primordial en la producción de alimentos orgánicos, ya que el mantenimiento de un suelo fértil es la principal preocupación de los agricultores. Entonces al buscar tener un suelo fértil, se evita utilizar sustancias que contaminan el suelo y el agua subterránea; las cuales provocan consecuencias fatales en la flora y la fauna local. Entonces no se contamina y se protege la biodiversidad.
Además de la ecología, existen muchas otras razones para consumir alimentos orgánicos. Primero está su alto valor nutritivo y la garantía de salud que ofrecen; estas cualidades se reflejan inmediatamente en tu calidad de vida. Después está el factor social, la agricultura orgánica es realizada por pequeños agricultores, al consumir sus productos, los ayudas a llevar una vida más digna y estás activando la economía local. Lo mejor para el último, el sabor de los alimentos orgánicos es, sin lugar a dudas, mejor que el de los alimentos procesados, esto gracias a que los frutos y vegetales orgánicos conservan mejor su aroma, color y gusto.
Afortunadamente, en la Ciudad de México son cada vez más los establecimientos que ofrecen alimentos orgánicos. Yo les puedo recomendar el Mercado el 100 que se monta cada 2 semanas en la Plaza Rio de Janeiro en la Colonia Roma Norte, donde se comercializan únicamente productos orgánicos. Otra excelente opción es el Mercado de Trueque, donde puedes intercambiar residuos reciclables (vidrio, PET, tetrapack, papel, cartón, etc.) por productos agrícolas orgánicos. Éste que se llevó a cabo por primera ocasión, el 4 de marzo en el Bosque de Chapultepec, se planea montarlo el primer fin de semana de cada mes.
Ahora que ya aprendieron las maravillas de los alimentos orgánicos, llévense de shopping a sus mamás y prepárense para un delicioso, sano y ecofriendly festín.
Si es muy cierto que por mucho es mejor consumir productos organicos, desafortunadamente la poca demanda, la moda y los pocos lugar donde se pueden encontrar hacen que su costo sea alto para la economia de una familia promedio; pero podemos iniciar por los productos mas economicos como los vegetales y hortalizas aprovechando las iniciativas como el «mercado del trueque» que me parece sensacional, (bueno a mi me gusta comprar en los mercado, es toda una aventura)pues reciclamos y obtenemos tres beneficios inmediatos, separamos basura, obtenemos productos sanos, ahorramos y si lo analizamos la lista de beneficios es extensa¡¡¡
Gracias por la información y los tip’s
¡Gracias por tu comentario Lulú! En efecto, debemos de contribuir todos consumiendo estos productos para que con el tiempo, por simple oferta y demanda, bajen sus precios y ahora sí podamos ayudar a nuestro planeta. Saludos.