Texto por Elizabeth González Pazarán.
Fotos por Joaquín Cervantes.
El viernes pasado El Plaza Condesa se convirtió en un auténtico túnel del tiempo, que nos llevó 10 años atrás para ponernos otra vez la piel chinita al recordar canciones que marcaron a toda una generación y con las que todos los asistentes tenían una historia que contar. Los responsables de esto fueron 3 bandas: Kill Aniston, Tolidos y los festejados INSITE.
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Para calentar motores, comenzaron los chilangos Kill Aniston, quienes fueron muy bien recibidos por sus fans quienes coreaban y pedían más canciones; además al despedirse dejaron la promesa de una gira próximamente.
Enseguida llegaron al escenario Tolidos, esta banda de Chihuahua desde los primeros acordes de guitarra llenaron de energía y recuerdos el escenario. Con temas como «Verano», «Te amo me odias», «Decisiones adolescentes», «Huellas por rastrear» y otros temas clásicos, dibujaron rostros llenos de recuerdos y anécdotas que se escuchaban entre los asistentes.
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A as 21:45 horas, como decía el programa, los fans comenzaban a desesperarse ya que querían ver a los oriundos de Baja California y empezar a cantar emblemáticos temas como «Una vida no es suficiente»; de pronto la música ambiental paró, el escenario se alumbró y la música al estilo de «Rocky» daba inicio a los estelares de la noche: INSITE.
En una ola de gritos y aplausos, sonaron los primeros acordes de «Destrózame», al micrófono Conrado hacía viajar a los asistentes 10 años atrás en el tiempo; tocaron su primer disco «Una vida no es suficiente», de principio a fin en el orden original. Los fans cantaban con sentimiento mientras una vibra de nostalgia invadía el ambiente; en cada canción los fans dejaban el alma y el corazón al corear sus temas favoritos.
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Aunque el concierto fue para celebrar los primeros 10 años del primer disco de estudio de la banda, no faltaron temas de sus otros materiales; cerraron, por ejemplo, con el clásico «Rojoazul» para complacer a los fans más viejos, quienes pedían a gritos esta canción.
Sin duda fue una noche inolvidable, tanto para las bandas como para los fans; tantas historias y recuerdos resumidos en canciones que marcaron a una generación que tiene presente a la banda en sus mentes y corazones.
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