El papel amate: tradición otomí prehispánica en San Pablito

Texto y fotos por Yemmy Sierra.

En una sola feria se tiene material para escribir todo el año, así es la riqueza artesanal mexicana. En la expo venta Magia Artesanal de Puebla que se realizó en el Museo Nacional de las Culturas Populares, tuve la oportunidad de platicar con Maribel Fuentes acerca de la elaboración y significados del papel amate.

Foto: Maribel Fuentes mostrando parte de su trabajo artesanal.

Maribel viene de San Pablito, situado en el Municipio de Pahuatlán, Puebla y forma parte del Taller Familiar Santos Rojas. Por la riqueza ancestral que conserva Pahuatlán, fue nombrado en 2012 Pueblo Mágico.

Mapa: Ubicación de Pahuatlán en el estado de Puebla.

A mí me gusta escribir el proceso que sigue la elaboración de una artesanía porque me resulta sorprendente y creo que ayuda a quien lee estas líneas a apreciar todo el trabajo que hay detrás.

Como artesanía el papel amate tiene apenas 50 años, pero su elaboración y uso en el ámbito religioso y político es milenario. Las técnicas y las cortezas que se utilizan para su elaboración han ido cambiando y adecuándose con el paso del tiempo. San Pablito es reconocido como la cuna para la producción artesanal del papel amate. En ese aspecto Maribel me comenta que ellos no firman sus piezas ya que muchos les compran para revenderlas, sólo firman las piezas que son bajo pedido.

El papel se elabora actualmente a partir de la corteza del árbol colorado, es un árbol de fácil crecimiento; me comenta Maribel que en 3 años ya está grande, lo traen de las zonas cafetaleras donde se usa para proveer sombra, no se corta por completo y compran el excedente. Para los recortes utilizan mora (Moraceae) que sólo se corta en primavera, es más delgado y más flexible.

A grandes rasgos, el proceso que siguen para crear el papel es: cocer entre 8 y 10 horas con ceniza y cal las cortezas y dejarlas reposar toda la noche, posteriormente se quita el exceso de líquido, se seleccionan las tiras, el blanco no es un tono natural, para obtenerlo lo cloran sobre una tabla, se machaca con piedra de río o volcánica. Utilizan cáscara de naranja para pulirlo y lo dejan secar al sol 1 o 2 días.

El recorte, que en este caso es la figura de una deidad otomí; lo realizan a partir de una sola pieza y sin trazo, por tradición, viendo fue como aprendieron a realizarlo.

Foto: Papel amate decorado con recorte de deidad otomí.

El papel amate es obscuro, para obtener un tono aún más obscuro recolectan una resina con el que lo pintan.

Foto: Diseños elaborados en papel amate para enmarcar.

Cada pieza es única y cada artesano tiene su propio estilo, experimentan haciendo calados, perforaciones, tejidos, sellos y también incorporan bordados como tenangos o bordados de Zacapehuaya. Realizan desde piezas simples que les toman 2 días de trabajo hasta piezas de 1 mes o más.

No participan en concursos ya que son piezas que requieren más días de elaboración y dan prioridad a sacar pedidos.

Debido a que la producción de papel amate está muy ligada al clima, en temporada de lluvia, cuando no pueden hacer el papel, se dedican a trabajar la chaquira. Han sido autodidactas y les gusta estar innovando, actualmente están experimentando el incorporar piezas de cristal en la joyería. En los accesorios que realizan también incluyen su iconografía.

Ya han perdido la cuenta de cuántas piezas han realizado. Me da curiosidad saber si les es difícil desprenderse de piezas en las que han pasado meses trabajando, a lo que Maribel me comenta que tienen la satisfacción de que alguien más lo valora. Las artesanías en papel amate son sin duda una aportación más de México para el mundo.

Yemmy Sierra. Amante de la artesanía, la comida, la vida y la buena compañía por lo que a menudo me encuentran en ferias y exposiciones junto a mi familia. Apasionada del aprendizaje, siento repentinos e intensos llamados que me han llevado desde estudiar japonés hasta loditos uno en cerámica. Me gusta sobreanalizar la vida, sumergirme en mis pensamientos, encontrar nuevos caminos, recorrerlos y desrecorrerlos. Aún conservo la esperanza en la humanidad y creo que cuando cambie yo, cambiará el mundo: he encontrado en el emprendimiento la manera de sublimarme.